Fotos, figuras y varios regalos rodean a Manuel Santos en la sede de la peña cincuentenaria. / VÍCTOR LÓPEZ
CÁDIZ

«Soy un carnavalero converso»

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H ace 19 años que Manuel Santos (calle Hércules, 1959) ejerció la fe del converso. Santos era un capillita empedernido de la hermandad del Caminito cuando un buen día de febrero llegó a la peña de La Estrella. Como Santo Tomás, vio y creyó. Decidió convertirse a la religión del tango y el cuplé. Cambió la capilla de Las Angustias por la casa de los ladrillos coloraos y decidió no perderse ni una de las coplas de Carnaval. Hoy se dispone a clausurar un año de celebraciones en la peña de la que es presidente.

Durante la entrevista, Santos se muestra cercano y sencillo. La humildad es su bandera, no se atribuye ni uno de los méritos del Cincuentenario. «Yo sólo soy uno más de los 12 socios de la peña», apunta con una sonrisa. Mientras conversa en una sala de la entidad repleta de recuerdos en forma de premios y cuadros, entra José Antonio Cano. Él ha sido su mano derecha en las actividades del aniversario y, durante la entrevista, también echa un cable como apuntador.

-¿Qué queda de esa peña que presidió Javier López Rodríguez en 1959?

-De la peña queda algo porque todavía existen tres peñistas de su época que son socios fundadores. La forma de pensar de la sociedad ha cambiado pero algunos de nuestros ideales se mantienen intactos desde el inicio. En aquellos tiempos venía un censor del Gobernador (Civil) a controlar si en nuestras tertulias hablábamos de Carnaval o de política cuando aquí siempre se ha hablado de Carnaval. Y ese sigue nuestra principal idea, el Carnaval.

-La peña La Estrella es una de las más activas de Cádiz ¿Cuál es el secreto de tanta longevidad?

-El secreto que tenemos es llevarnos muy bien, saber lo que estamos haciendo y no meternos en política porque no lleva a ningún lado. A nosotros nos da igual el color de la Alcaldía que presida en ese momento. Somos apolíticos. Trabajamos por Cádiz y nuestro Carnaval.

-¿Desde cuándo está usted por la plaza de Candelaria?

-Yo llevo aquí desde el año 1990. Llegué por la familia. Estaba mi cuñado en la peña y vine a unos carnavales por primera vez. Me quedé hablando con él y viendo las agrupaciones y, entre copita y copita, me quedé. Yo hasta ese momento formaba parte del mundo cofrade. Por eso, me sorprendió que días después fueran en busca mía. Me propusieron entrar. Yo hablé con la jefa, que es mi mujer, y como a ella también le gustaba el ambiente que había por aquí, nos quedamos.

-¿Y hasta cuándo será presidente?

-No lo sé muy bien. Siempre digo que cuando pase el Cincuentenario y el Carnaval tendré que presentar la dimisión, porque ya son muchísimos años. Aunque en una etapa tuvieron que relevarme porque estaba agotado, por la dedicación que la peña supone. Hay que ir a muchos lugares, hablar con muchas instituciones. Hasta tal punto, me ven y dicen «Ojú, ahí viene el mangón». Creo que puedo llevar casi unos 15 años. Así que es tiempo de cambiar. Cuando deje la peña seguiré en la brecha y ayudaré en lo que se necesite.

-¿Está satisfecho con el programa de actos que se han desarrollado?

-Sí, no me esperaba esto. Mi idea era hacer un Cincuentenario con unos cuantos actos, pero hablamos con José Antonio Cano, que fue el coordinador de los actos del XXV aniversario y me dijo «te ayudaré a hacerlo». De ese compromiso ha surgido un año de duro trabajo. La verdad es que hemos hecho demasiadas cosas para lo que teníamos. A pesar de eso, hay muchas cosas que se han quedado en el tintero por falta de subvenciones, pero estamos muy satisfechos.

-La obra de teatro del Cincuentenario fue la pieza central de la celebración. ¿Qué ha supuesto para la peña?

-Fue una verdadera sorpresa porque nadie sabía lo que Julio Pardo y Antonio Rivas habían preparado. La impresión que nos dio es que todo salió perfecto. Vino mucha gente, se retransmitió por la tele y todo el mundo nos felicita.

-¿Qué aporta la peña la Estrella a la mayor fiesta de Cádiz?

-Aportamos la defensa del Carnaval. Hacemos una semana de Carnaval en la calle con coros, comparsas y chirigotas, los campeonatos de mus y colaboramos en la Semana Santa en lo que nos pidan. Las puertas de la peña están abiertas para todos los gaditanos, no es sólo para los peñistas.

-¿Les gustaría participar en el Bicentenario?

-Creo que eso sería demasiado pretencioso por nuestra parte. Ya nos dieron la Medalla del Trimilenario. Hay mucha gente que se merece colaborar con el Bicentenario antes que nosotros. Sólo somos un peña carnavalesca.

-Si la decisión fuera suya ¿A quién le concedería una Estrella de Oro?

-Hombre hay mucha gente. Desde luego, a políticos, ninguno. En la peña no damos ningún tipo de insignia a políticos que estén en el cargo. Pero sí me gustaría darle la Estrella de oro a una persona. Creo que se llama Antonio. Lleva 55 años componiendo para el coro de Puerto Real y ha venido a Cádiz desde el primer año. A pesar de su esfuerzo, no ha tenido reconocimientos de ningún tipo.

-Después de estar todo el año escuchando Carnaval ¿Aún le quedan ganas cuando llega febrero?

-Sí, claro. Me gusta el Carnaval de verdad. Yo llego a casa y los días que lo emiten por la tele lo veo. Donde hay Carnaval me gusta estar. Es verdad que el gusanillo de las cofradías se me ha quitado y ahora me ha entrado éste. Me apunto a todo lo que tenga que ver con el Carnaval. Antes no me gustaba porque yo era muy reacio a las bullas. Soy un carnavalero converso. Ya me da igual la fecha, no me pierdo nada (risas).

-Después de los actos del Cincuentenario ¿Es hora de mirar al futuro?

-Bueno el día 3 de octubre es la clausura y el 9 la misa de acción de gracias. Pero se nos han quedado cosas en el tintero. Por ejemplo, en diciembre vamos a sacar el libro del Cincuentenario, dónde repasaremos las actividades que hemos hecho este año. La Peña tiene un futuro: sin ir más lejos, el Carnaval del año que viene. Hay una serie de cosas que se han creado por el aniversario y que deben perdurar. Igual que se hicieron permanentes las actividades que se organizaron para los 25 años, ahora queremos que ocurra lo mismo.