Teófila Martínez, junto al jefe del Gobierno de Mexico DF, con el que intercambió diversos regalos. / LA VOZ
CÁDIZ

Cádiz se hermana con la ciudad más grande del continente americano

Teófila Martínez y el jefe del Gobierno de Ciudad de México sellan un acuerdo que se materializará en lacelebración de una semana de Cádiz en el Distrito Federal

ENVIADA ESPECIAL. MÉXICO Actualizado: Guardar
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Pocas veces ha habido tantos medios de comunicación para cubrir un acto protocolario entre dos ciudades. Ayer Cádiz y el Distrito Federal de México, la ciudad más grande de América y una de las megaurbes del mundo, sellaron su hermanamiento con la presencia de la alcaldesa, Teófila Martínez, y el jefe del Gobierno de la ciudad (cargo equivalente al alcalde), Marcelo Luis Ebrard Casaubón. En la misma ceremonia, además, Martínez fue nombrada Huesped Distinguida de la Ciudad.

Una atestada Sala de Cabildos, llena de cámaras y fotógrafos, acogió con un exigente protocolo la firma de un convenio marco que después se irá desarrollando a través de acuerdos ejecutivos, es decir, en acciones concretas. Pero a diferencia de otros hermanamientos en los predominan más las buenas palabras, al menos ahora hay un acuerdo concreto. Y para el futuro inmediato. La Ciudad de México, que en 2010 será la Capital Iberoamericana de la Cultura (en 2012 le tocará a Cádiz) acogerá el próximo año una Semana de Cádiz, con muestras de la cultura, el folclore y el atractivo turístico que puede ofrecer la capital gaditana. De la misma manera, en 2010 -probablemente en marzo, coincidiendo con la conmemoración de la Constitución-, habrá una muestra similar de esta gran capital en Cádiz.

Pasado común

Ayer el alcalde del D. F., Marcelo Ebrard, dio pistas sobre por qué la mayor ciudad de América tiene interés en colaborar con una de las capitales más pequeñas de España. Para empezar, por el pasado común que liga a ambas ciudades. Con la Constitución de Cádiz, los habitantes de las entonces colonias empezaron a ser considerados, por primera vez, ciudadadanos, con los mismos derechos que los españoles. Aunque el sueño duró muy poco tiempo, abrió una brecha por la que se coló las ansias de libertad de un pueblo que ya no se sentía ligado a España. «La Constitución de Cádiz y el movimiento en contra de la invasión napoleónica y después la propuesta liberal para España tuvo una muy importante influencia en México», recordó el jefe del Gobierno del D. F. Pero Ebrard, que por cierto pertenece a un partido de izquierdas (el PRD), no olvidó mencionar la otra gran contribución de españoles que tuvo lugar hace mucho menos tiempo: la llegada de los miles de exiliados políticos tras el final de la Guerra Civil Española. «Llegaron maestros muy importantes de Cádiz y también vino Sánchez Vázquez, en fin, varias personalidades que todavía recordamos y que nos son muy queridas y cercanas». Su idea es que ahora, con la llegada del siglo XXI, la relación con Cádiz le sirva a esta mega capital latinoamericana para recuperar esa historia común e intercambiar experiencias, sobre todo en lo relacionado con la recuperación del casco antiguo, en cuyo proceso están inmersos ahora los capitalinos. En esa línea ahondó también la alcaldesa, invitada a la ceremonia municipal de hoy del Grito de Independencia (en la capital se celebran dos fiestas oficiales similares, una organizada por el Gobierno federal y otra por la capital). «Yo voy a celebrar el Grito, porque soy una amante de la libertad y de la Independencia», dijo la edil gaditana salvando una pregunta de los periodistas sobre su significativa presencia. Y es que, al fin y al cabo, lo que se celebra hoy en México es la liberación de un país de sus colonizadores, en este caso España.

Martínez explicó que cuando su equipo empezó a preparar el Bicentenario de La Pepa, en 1999, «no sabía que llegaría un día en el que podría estar aquí, en la capital de México». En su discurso, la primera edil de Cádiz agradeció el gesto de las autoridades mexicanas al invitarla. «Una ciudad -recalcó- fuerte, emprendedora y generosa» y puso cómo ejemplo la «disciplina social» a la hora de gestionar la última crisis sanitaria que se produjo en el país: la del virus de la gripe A.