La apuesta del hermano mayor por los Veranos Nazarenos ha sido rotunda. / LA VOZ
Jerez

El final del verano... Nazareno

Manuel Romero puso el broche de oro éxito rotundo de crítica y público

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T odo el verano en el patio de San Juan de Letrán. Eso deberían proponerse en la Junta de Gobierno de la hermandad de Jesús Nazareno cuando diseñaron el ciclo de conferencias que este año componían el Verano Nazareno. Todo el año en el patio de San Juan de Letrán, hablando de cofradías y del contexto histórico, político y cultural que las rodea. Y lo han logrado.

Posiblemente haya sido un éxito por la categoría de los conferenciantes. Pero los Veranos Nazarenos han demostrado que a los cofrades no les interesa sólo las flores, los bordados y la música, sino que se preocupan de todo el entramado, del tejido social y cultural que rodea a nuestras hermandades y cofradías. Y esto ha sido precisamente la materia de análisis.

Todo el complejo mundo que rodea a las corporaciones de nuestra ciudad, pero que no son necesariamente parte de ellas, ha sido lo que en cinco magníficas conferencias se ha analizado y debatido en el patio de San Juan de Letrán, en un interesante formato que permitía preguntar a los conferenciantes las dudas que se planteaban al hilo de sus propias reflexiones en las ponencias.

Así, las charlas no tuvieron una duración superior a los cuarenta y cinco minutos, un tiempo más que sobrado para profundizar en los temas sin cansar ni agobiar a los que escuchaban con atención en el sofocante calor que reinaba en algunas de las ponencias, y tras esos minutos de reflexiones personales del conferenciante, se abría un turno de preguntas abierto a todo el público.

Interesante también la existencia de un bar en la propia conferencia, alejado de la mesa del invitado, pero donde poder refrescarse. Una idea que resultó magnífica gracias al buen hacer y el respeto de los hermanos del Nazareno, que supieron entender la finalidad de la barra del bar montada por la cofradía, y que invitaba a pasar un rato agradable sentado hablando de cofradías con una buena cerveza en la mano. Éste era el plan de la hermandad.