«En algún lugar... Siempre en nuestros corazones»

14.25 horas del 20 de agosto de 2008. El aeropueto de Barajas es escenario de la peor tragedia aérea de los últimos 25 años. Un avión modelo MD 82 de la compañía Spanair con 172 personas a bordo ha caído cuando realizaba la maniobra de despegue y ha empezado a arder. Un año después, familiares y amigos de las 154 víctimas mortales les recuerdan con actos en Madrid y Las Palmas de Gran Canaria, donde debería haber aterrizado el vuelo JK5022.

El capellán del aeropuerto de Barajas, Alberto García, ha recordado a los familiares y amigos de las víctimas que "no están solos" porque "todos" los españoles les acompañan en el dolor durante la homilía de la misa oficiada para conmemorar el primer aniversario del siniestro. En una carpa montada por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) en los jardines frente a la T-2 para este acto conmemorativo, al que han asistido unas 300 personas incluyendo bomberos, personal del Samur, trabajadores del aeropuerto e incluso algún piloto, el capellán del aeropuerto y algunos sacerdotes familiares de las víctimas oficiaron una santa misa en su recuerdo.

Pese al calor que desde primera hora de la mañana sufría la capital, familiares y amigos no dudaron en acercarse, muchos llegados desde Canarias, hasta la zona, donde la organización repartía abanicos y agua para evitar golpes de calor o mareos.

Recuerdo en dos escenarios

Representantes de los servicios sanitarios, bomberos, Fuerzas de Seguridad del Estado y trabajadores de las instalaciones han acudido también al oficio, que ha tenido lugar junto a un olivo en el que se ha instalado una de las tres placas en recuerdo a la víctimas del accidente. Los familiares han dejado algunas flores sobre esta placa que lleva la siguiente inscripción: "En un lugar... siempre en nuestros corazones".

Tras la homilía, y en dos autobuses han viajado a la zona en la que cayó el avión, un arroyo próximo a las pistas, donde quedará instalada una piedra de seis metros cuadrados en la que se colocará la segunda placa con la misma leyenda y con grandes letras para que se pueda leer desde el aire.

La tercera placa de bronce recordará a los fallecidos en la T-2, en la planta de facturación junto a la escultura de "La Paloma". En este caso, la leyenda está acompañada de un grabado de la silueta de la Isla de Gran Canaria, que era el destino final del avión siniestrado, y donde a las 19.00 horas se ha celebrado otro oficio religioso en la catedral.

Además, a mediodía todas las oficinas de Spanair en España han guardado un minuto de silencio, una iniciativa que también ha tenido lugar en el propio aeropuerto hacia las 14.20 horas, con un aviso por megafonía para que todos los viajeros que se encuentraban en las instalaciones puedan sumarse al homenaje silencioso.