Regresa la normalidad a la playa de La Victoria

La edición 2009 de las barbacoas del Trofeo Carranza ya es pasado. Decenas de miles de personas disfrutaron la pasada madrugada de un ambiente festivo al calor de las brasas. Algunos ya estaban preparando los bártulos desde primera hora del sábado y empezaron a tomar la playa de La Victoria desde bien temprano. Sin embargo, no fue hasta después del partido entre el Cádiz y el Valencia cuando la arena empezó a tener un color especial, no tanto como en otros años porque las cada vez más férreas restricciones y el cambio generacional han variado bastante la idiosincrasia de esta cita veraniega, pero sí lo suficiente como para hacer trabajar de lo lindo a los operarios de la limpieza que a partir de las 06.00 horas empezaron a recoger la suciedad acumulada durante la noche gaditana más larga del verano. Porque también hay que pensar en aquellos que prefieren madrugar para disfrutar de la arena y del agua, dar largos paseos por la orilla, leer tumbado en la toalla y disfrutar de sus horas de descanso mientras que los más noctámbulos prolongan la fiesta en otro lugar o aprovechan para tener sus covenientes horas de sueño. Porque todo lo que tiene un principio también tiene un final. Y el final de las barbacoas ha dado paso al principio de una jornada dominical en el que calor amenaza con provocar una afluencia masiva en el mismo enclave donde hace unas horas se cocinaban miles de pinchitos.