Cádiz | día de la asunción

Desde el barrio de Santa María con Amor

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El sol de la tarde se reflejaba ayer en el blanco inmaculado que dominaba en el paso de Nuestra Señora del Amor Hermoso. Las rosas, gladiolos, liliums y rosas chinas hacían juego con la saya blanca bordada en oro y con el manto brocado en el mismo material. Las flores que exornaron ayer el paso del Amor Hermoso en su salida desde la Merced a las ocho de la tarde tenían un significado especial.

La joven cuadrilla de los hermanos Martín fue la encargada de donar las flores a la Virgen. Para el 75% de la cuadrilla de 42 hombres, la salida de ayer fue su bautizo cofrade. Momentos antes de la salida Paco Martín lo explicaba: «La mayor parte de la cuadrilla sale cargando por primera vez. Algunos han salido antes en cruces de mayo pero no es lo mismo que llevar a una imagen sagrada sobre tus hombros». Esa es la razón por la que los hermanos Martín se han esforzado por que la cuadrilla ejecute su trabajo de la mejor forma posible y para que se forme en la devoción a la Virgen del Amor Hermoso. «El viernes pasado tuvimos la misa preparatoria y la convivencia para la salida», explicó Martín.

Los esfuerzos de los experimentados capataces del Miércoles Santo tuvo su recompensa. Bajo los acordes de Capataz gaditano, interpretados por la Banda del Nazareno de San Fernando, la cuadrilla realizó una buena maniobra de salida que dejó al paso en dirección al siguiente punto del recorrido, la cuesta de Sentencia. Una vez allí, la Banda interpretó una marcha nueva y compuesta por ellos mismos, Aruño para mi Virgen. Los acordes de la banda guiaron al cortejo por su recorrido que, después de Sentencia, tomó San Juan de Dios, Plaza de San Juan De Dios, Pelota, Cobos, Cristóbal Colón, Nueva, Plaza de San Juan De Dios, Sopranis y Sor Esperanza González. Allí, el cortejo cambió de impronta. Dejó los acordes más festivos para subir la pequeña cuesta con los sones de la Madrugá. La marcha larga y solemne fue una verdadera prueba de fuego para los noveles cargadores que consiguieron superar sin problemas. Después, el cortejo giró hacia la derecha para encontrar de nuevo la puerta del templo de la Merced.

El paso de la Virgen iba precedido de los hermanos y devotos de la imagen, más numerosos que el año anterior. De hecho, a pesar de la jornada festiva de ayer, el Amor Hermoso contó con el apoyo de muchos cofrades y vecinos del barrio que no quisieron perderse uno de los eventos cofrades más importantes del verano. «Es una alegría que la procesión esté cobrando importancia año tras año», explicó ayer poco antes de la salida el hermano mayor de Cigarreras, Jose Manuel Gomila.