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Los piquetes radicalizan su postura y mantienen el bloqueo de las obras de Ikea

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El conflicto mantenido entre un piquete de desempleados jerezanos y la multinacional sueca Ikea se recrudeció ayer con la segunda jornada consecutiva de paralización de las obras. En esta ocasión, el centenar de personas apostadas en los terrenos donde irá ubicado el centro comercial no sólo impidió que los obreros reanudaran su trabajo, sino que además imposibilitó la entrada de los proveedores, cuyos camiones no pudieron descargar su material en el interior del recinto.

De esta forma, lo que en un principio pareció una protesta aislada a la que más tarde se sumó Comisiones Obreras está tomando otro cariz bien distinto y los desempleados aseguran que no cejarán en su empeño hasta que la compañía no rectifique parte de sus planteamientos. Como publicó ayer LAVOZ, uno de los argumentos en los que los piquetes fundamentan su protesta es en el hecho de que la gran mayoría de obreros contratados en la construcción del complejo (un total de 250) no provenga de Jerez ni de sus alrededores. Concretamente, el secretario local de CC OO, José Manuel Trillo, insistió ayer en que «prácticamente ninguno» de los operarios es de la zona.

No obstante, el líder sindical hizo hincapié en que «esa no es la lucha de Comisiones, nosotros lo que queremos fundamentalmente es que se cumpla el convenio de la provincia». En este sentido, apuntó a la necesidad de que los empleados no trabajen durante tantas horas seguidas y los contratos se ajusten a la legalidad. «En una ciudad con tanto paro no se pueden trabajar jornadas de doce o catorce horas, porque eso es comerse el pan de otros». De esta forma, Trillo calificó de «abusiva» la organización laboral, al tiempo que subrayó una vez más que «los trabajadores de aquí tienen exactamente el mismo derecho a trabajar que los que vienen de fuera».

Aunque durante el día el ambiente pareció calentarse por momentos, finalmente se vislumbró algo de luz al final del túnel gracias a la intervención municipal, como reconoció el secretario de CC OO, que adelantó que en el día de hoy la empresa mantendrá una reunión con representantes de este sindicato y de UGT en el Ayuntamiento de Jerez. «Esperamos salir de la reunión con un acuerdo, porque si no la gente se va a caldear aún más y si hay que prolongar la protesta por más tiempo, lo haremos».

Así, Trillo agradeció la intervención de la alcaldesa en un conflicto que supone la paralización de la obra más importante de la ciudad, de cara a la construcción de un gigante comercial cuya apertura parcial está prevista para el primer semestre del próximo 2010.

Compromisos

Cuando hace poco más de un año los responsables de la firma sueca brindaron con la alcaldesa por la puesta de la primera piedra del centro, una de las cuestiones que avanzaron fue que sólo la construcción del mismo propiciaría la creación de hasta 3.000 puestos de trabajo que serían ocupados por personas de Jerez y su entorno, priorizando así por el empleo local. Un anuncio que parece haber caído ahora en agua de borrajas, al menos desde el punto de vista de los sindicatos y de los piquetes de parados, que exigirán a la dirección durante la negociación de hoy que cumpla con lo prometido y no apueste únicamente por los trabajadores de otras poblaciones.

El plan de obras se dividirá en tres fases diferenciadas, la primera de las cuales (la que se encuentra paralizada en estos momentos) consiste en la urbanización de los terrenos, con un plazo de ejecución de entre seis y diez meses. La siguiente corresponderá a la edificación de la tienda propiamente dicha, en la que se prevé el mayor número de contratos, mientras que la última irá destinada a la terminación de todo el complejo, que estará listo en principio en el año 2011. Aparte de estos empleos, la compañía también estima que se fomentará la creación de otros 3.000 directos (400 en la tienda) y alrededor de 2.000 indirectos.

El proyecto, el más importante que desarrollará Ikea a nivel andaluz, conllevará un desembolso de 200 millones de euros, 60 de ellos sólo para la tienda, lo que también supone la mayor inversión que se haya producido jamás en la ciudad. Una superficie que prestará servicio a unos diez millones de visitantes al año, con lo que se confía en que Jerez se perfile como el punto de referencia comercial más importante de toda la provincia.

admontalvo@lavozdigital.es