El más popular de nuestros hijos predilectos

Al terminar con la F y continuar con el abecedario nos topamos con la G, letra a la que estábamos deseando llegar para hablar de la vida y la obra de una de las personas más queridas y admiradas de Jerez: Antonio Gallardo. Este escritor, poeta y compositor jerezano tiene entre sus numerosas virtudes la de ser poeta en su tierra, asunto este harto difícil pues han de ser muchas las cualidades que doren a la persona para que una tierra se rinda a la obra de un poeta, y en Jerez ¿quién no ha cantado a Antonio? Dada su simpatía, ingenio y sencillez, Antonio Gallardo goza de una especie de fervor popular, siendo querido, admirado y reconocido a todos los niveles y estamentos sociales, hasta el punto que no fue una sino todas las fuerzas políticas las que se unieron el 16 de abril para concederle el título de Hijo Predilecto de Jerez, en un solemne y emotivo Pleno Extraordinario que para tal concesión fue celebrado en el Cabildo Antiguo.

¡Qué verdad es que las cosas no suceden por casualidad! El tiempo que todo lo filtra y lo decanta, lo mismo denosta al fatuo y al imbécil, que distingue a las personas que destacan por sus valores poniendo a cada uno en su sitio. El de Antonio Gallardo es el sitio ganado a pulso por toda una vida de actividades artísticas y humanísticas, cuya trayectoria ha estado plagada de merecimientos. Un sitio que conocíamos hace mucho tiempo los que por aficiones comunes sabíamos de su obra y características personales de: sensibilidad, sencillez y sabiduría ingénita, que le llevarían a este reconocimiento institucional, pero sobre todo el popular, que es el verdadero reconocimiento.

Nació Antonio en el jerezano barrio de la Albarizuela, en la calle Antona de Dios 23, muy cerquita de la iglesia de San Pedro, el 27 de septiembre de 1925. Ya desde muy niño y debido a la época que le tocó vivir, el flamenco y la copla fueron dos referentes en su vida. Esto generó en él la enorme afición que más tarde le llevara a ser un apasionado de nuestro folclore, estudiándolo y adquiriendo el gran conocimiento que posteriormente le permitiera escribir y componer con la profusión que lo ha hecho a lo largo de su vida. La obra compositiva y musical de Antonio Gallardo tiene unas características estilísticas peculiares que se distinguen por expresar y hacer sentir situaciones y sentimientos vitales que son comunes al ser humano, es decir: experiencias o vivencias que todos hemos sentido alguna vez. Poemas convertidos en excelentes coplas que al ser llevadas al pentagrama y ser acompañadas por bellísimas melodías se convierten en hermosas canciones. Recuerda este cronista verlo pasar por la calle Medina acompañado por Lola Flores o por la Paquera, en dirección a la calle Higuera en donde un pianista llamado Nicolás Sánchez interpretaba al piano las diferentes melodías y coplas que para estas grandes artistas había compuesto Antonio Gallardo. Recuerdo como tras aquel cierro, los niños de entonces nos quedábamos parados escuchando a Lola cantar con los acordes del piano, mientras Antonio hacía la introducción o las debidas correcciones.

Anteriormente, concretamente en el año 2007, le fue concedido el Premio Especial Ciudad de Jerez, en reconocimiento a su trayectoria y trabajo en defensa de los valores de su tierra.

Humanista

Debido a su creatividad polifacética, podemos decir que Antonio Gallardo es un humanista, pues ha cultivado valores artísticos y humanos que han enriquecido culturalmente a Jerez y a los jerezanos.

Durante un largo periodo de su vida fue un magnífico fotógrafo, habiendo retratado a un buen número de artistas y personajes que pasaron por su estudio, como fueron: la Paquera, Carmen Amaya, Antonio El Bailarín. Como a casi todas las reinas y damas de honor de la Fiesta de la Vendimia de Jerez.

Como pregonero, lo ha sido de la mayoría de nuestras ferias y fiestas, dejando siempre el recuerdo de su genialidad, humor y simpatía. Destacando también como poeta, cuyas estrofas y rimas han llevado una gran carga emocional, humana y religiosa.

Pero donde más hemos apreciado su sensibilidad y riqueza ha sido como músico y letrista, faceta en la que se muestra como el gran compositor que es, cuyo oficio y versatilidad en Terrenos tan trillados, le conceden la profesionalidad y el oficio por los que siempre ha destacado. Tocando con brillantez y éxito: la copla, el cante flamenco y los villancicos, de los que ha compuesto verdaderas obras de arte como son: De tu carita divina, Al son de las panderetas, La rosa y el clavel, etc. O cuando ha tocado la copla con esos temas colosales como: Maldigo tus ojos verdes, o las Bulerías de la Plaza del Arenal a la que pusiera voz la gran artista Paquera de Jerez; o aquella otra, de Sola, cantada por Rocío Jurado o las inolvidables: Sendas del Viento y Dinero y Riquezas interpretadas por el genial Rafael Farina. O a Lola Flores, con Torre de Arte. O Manolo Caracol con Trono de Marfil. Habiendo escrito también mucho y bueno para destacados artistas flamencos como: La Perla de Cádiz, Chiquetete, José Merced, María José Santiago, La Macanita y la Paquera, a la que escribió y compuso la mayor parte de su repertorio.

Su interés por nuestro folclore le llevó a fundar la primera Academia de Arte Flamenco, en la que se impartían clases de cante, baile y toque de guitarra.

Galardonado

En el año 1986 fue nombrado miembro de la Real Academia de San Dionisio como lo es, también, de la Cátedra de Flamencología. Así como colaborador en programas de entrevistas y opinión de varias cadenas de radio y periódicos locales.

En el año 1992 recibió las Llaves de la Ciudad de Miami y en 2003 obtuvo el Premio de Jerezanísimo. Está en posesión de las Insignias de Oro de las peñas flamencas de La Bulería, Los Cernícalos, del Festival de Cante de El Ferro y del Junco de Oro de los Juncales. Teniendo el honor de haberle sido dedicada la XXXIX Fiesta de la Bulería de Jerez.

Tamaña lista de merecimientos tienen el denominador común de toda una vida de entrega y contribución al mundo de las artes y de la música y su constante cooperación y generosidad con todo lo que, referente a este campo, se ha hecho en Jerez y se le haya pedido colaboración. Al profundizar en su vida y en contra de lo que parece, -un hombre tranquilo y adocenado-, Antonio nos muestra una existencia inquieta y variada en actividades, sin duda debido a sus múltiples capacidades artísticas e intelectivas, ya que todo lo que ha hecho ha sido sobresaliente. En cualquier faceta del arte que haya tocado ha destacado sobremanera, dejando su original impronta y sello.

En el campo literario ha sido donde su línea nos ha parecido más zigzagueante, con obras como: La Pasión según Jerez, Luna de Nisan, Apenas Yo, o La Berajah del Cante, en las que (como todo artista) lo encontramos inmerso en diversas situaciones anímicas.

Pregonero

Pero donde más se identifica y hace disfrutar a sus incondicionales es en los pregones, charlas o coloquios entre amigos, en el que todos los asistentes están pendientes a sus intervenciones, por su rapidez intelectiva, con contestaciones llenas de frescura y gracia natural, cuyas comparaciones y símiles son únicos por la carga de ironías y sornas que llevan consigo.

Tal fue, el día que le otorgaron la alta distinción de hacerlo Hijo Predilecto de Jerez, en cuyo acto y tras la intervención de la alcaldesa, se hizo un silencio sepulcral cuando nuestro distinguido personaje tomo la palabra. El Salón de Plenos estaba lleno a rebosar de familiares, artistas, amigos y allegados; todos expectantes, sabedores de que, de un momento a otro, Antonio destaparía el tarro de las esencias. Y así fue, con esa socarronería propia de sus raíces, fácil gracejo y picardía, deleitó a los presentes a los que hizo reír hasta la hilaridad con sus ocurrencias.

Hombre religioso, devoto de la Virgen de la Soledad; está casado con Rosario Quirós desde hace más de 50 años, de cuyo matrimonio han nacido seis hijos y 19 nietos. Esposo, padre y abuelo ejemplar, hoy goza y enorgullece de la gran familia que ha creado: la familia Gallardo.

Felicidades Antonio.