Dos ascensores y una lucha de seis años

No hay peor cárcel que el no poder salir de la propia residencia. Para muchos mayores y personas discapacitadas traspasar la puerta de su hogar resulta una odisea, a menudo, y por mor de tantos intentos fallidos, ni se aspira a ello. Sin embargo, desde ayer la vida de los vecinos de la finca número 2 de la calle Lepanto, en el Cerro del Moro, es más cómoda gracias a la instalación de dos ascensores que comunican el patio común con los corredores y las plantas que componen el edificio.

Han pasado más de seis años desde que un inquieto grupo de residentes del inmueble, reunidos en asamblea, propusieran habilitar dos elevadores que permitieran la movilidad de las 84 familias que viven en él. En un 80% de estos hogares la fuente de ingresos proviene de pensiones de viudedad, de trabajadores del mar, pensiones de jubilación, desempleo, ayudas públicas; es decir, ingresos por debajo del indicador público de efectos de rentas múltiples.

La paupérrima situación vecinal obligó a los particulares a buscar ayuda en el programa de rehabilitación de viviendas de la delegación de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía. En total, la Oficina de Rehabilitación del Casco Histórico de Cádiz ha proporcionado 289.136 euros para este proyecto, lo que supone el 75% de su importe total.

Pero para llegar al día de ayer, en el que la delegada provincial de Vivienda, Silvia López Gallardo, y el concejal de vivienda del Ayuntamiento de Cádiz, Juan José Ortiz, asistieron al acto de inauguración del remodelado edificio, los vecinos de Lepanto 2 han tenido que sufrir un proceloso camino.

Dinero municipal

Durante todo el procedimiento de rehabilitación una comisión formada por personas mayores han trabajado por alcanzar la eliminación de las barreras arquitectónicas de su inmueble. De esa manera sufragaron los gastos del importe no subvencionable (un 25%) con la expropiación por parte del Consistorio de Cádiz de un solar aledaño, lo que supone un monto de unos 100.000 euros.

Así, Ortiz mostró su satisfacción por colaborar en la ejecución de los dos ascensores que permitirán, según comentó, que los vecinos emprendan por fin una rutina más llevadera.

Por su parte, Silvia López agradeció a la comisión su labor altruista y la «confianza que estos vecinos depositaron en todo momento en la Junta de Andalucía». También aprovechó la ocasión para recordar la «profunda transformación» que ha experimentado en los últimos 15 años uno de los barrios más deprimidos de la ciudad. Mientras tanto, los residentes de Lepanto 2, en su mayoría ancianos y niños, disfrutaron de un día de convivencia para celebrar lo que para ellos es un lujo.

Las actuaciones acometidas en el inmueble del Cerro del Moro se han basado en la rehabilitación del edificio en general. Se ha intervenido en la fachada y zonas comunes y se han desarrollado situaciones de saneamiento y eliminación de barreras arquitectónicas, mediante la colocación de dos ascensores y una plataforma salva escaleras.