CÁDIZ

El Motor

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No sé si, como siempre, llegamos tarde, pero quizás hemos encontrado el motor que se buscaba y gracias al mar, siempre el mar, y a la Universidad de Cádiz, que cumple así su labor de fábrica de ideas de la sociedad. Hasta ahora, todo lo relacionado con la conmemoración del Bicentenario carecía de un gancho, una idea fuerza, que le llaman los finos, que fuera capaz de movilizar a la gente e ilusionarlos más allá del batallón de voluntarios, que es como el antiguo Batallón Infantil pero... licenciado.

El museo que plantea la Universidad de Cádiz relacionado con el mar y con réplicas de los barcos de todas las civilizaciones que han pasado por la Bahía de Cádiz, y no se olviden de esto, de la Bahía, es una gran idea, un proyecto espectacular, atractivo como gancho turístico para la zona y que puede generar que se hable de nosotros por el mundo y que venga gente a la Bahía tan sólo para ver estas instalaciones.

Es un proyecto singular que dirían los expertos y que tiene mucho que ver con la Bahía y la importancia marítima de su historia, con la zona donde se pretende situar, el entorno de los astilleros y también porque no cabe duda de que todo esto relacionado con los barcos mueve a un gran número de personas y, ya lo sabemos de sobra, porque cada vez que hay una gran regata esto se pone como el freidor de las Flores II un sábado de agosto por la noche.

Sería imposible que todo el proyecto estuviera desarrollado para 2012, nos quedan poco más de dos años, pero, por lo menos, si se consiguiera la financiación y el respaldo de todas las instituciones -ahora que Luis Pizarro, que es inteligente, ha conseguido que todos se unan para trabajar- para el proyecto, ya se habría adelantado una barbaridad.

Tan sólo con que el barco, o una maqueta del mismo, o diez maquetas de barcos, lo que sea, quede expuesto en esos días yo creo que eso atraería más público a Cádiz que lo de las libertades, que el castillo y que la reunión de jefes de Estado, y no cabe duda de que lograr ese macro museo, ese parque temático sobre la historia de la navegación sería todo un atractivo turístico para la Bahía sin olvidar, evidentemente, el proyecto museístico que se lleva a cabo en San Fernando, el museo que existe en el astillero de Puerto Real y que lamentablemente casi no se conoce y ese tesoro que tenemos ahí casi oculto que es todo lo relacionado con los esteros y las salinas, otra cosa singular que no hemos explotado adecuadamente.

Para colmo, tenemos la suerte de que detrás de la idea de recuperar el buque Santísima Trinidad, que era como el actual Príncipe de Asturias pero en el siglo XIX, está el profesor Luis Coín, uno de esos científicos de raza de la Universidad de Cádiz que ya, en 1992, sorprendió a medio mundo reproduciendo las tres carabelas de Colón con las que se atrevió a revivir su aventura y lo hizo a pesar de que tuvo muchas dificultades que no fueron únicamente las tormentas.

Es necesario que este magnífico proyecto de la Universidad de Cádiz se tome en serio, se respalde y se lleve a cabo. Si no puede ser al completo, pues en lo que se pueda, pero una idea como esta, contar con un museo tan vivo como el que plantea el reportaje de Chapu Apaolaza en LA VOZ es un proyecto al que una zona metropolitana como ésta, tan necesitada de ideas, no puede renunciar. No gritemos lo de pónganse las pilas, sino que se abran las velas al viento y a ver si de una puñetera vez tenemos el viento a favor.