TRIBUNA

135 años de vida hospitalaria gracias a la generosidad de los jerezanos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El 25 de octubre de 1972, en Cancale, puerto pesquero de la Bretaña Francesa, vino al mundo Juana Jugán, fundadora de las Hermanitas de los Pobres. En 1839 nace la Congregación al servicio desinteresado de los mayores más pobres, y en 1874 llegan las primeras hermanitas a Jerez a realizar su vida religiosa y hospitalaria, al servicio de los jerezanos más necesitados.

Desde que las hermanitas llegamos a Jerez, hemos palpado el afecto de los jerezanos, a través de su generosidad y disposición a implicarse sin dudarlo y colaborar en esta obra que nos legó nuestra Madre Fundadora Beata Juana Jugán, sirviendo a los ancianos más pobres.

Por ello damos las gracias a Jerez, a los ciudadanos de toda la comarca, a las instituciones, a los miembros de la Asociación Juana Jugán, a los voluntarios, a los bienhechores, al clero con sus pastores al frente, a los empleados que a lo largo de estos años se identificaron con las Hermanitas. Gracias Jerez, porque sin la colaboración de los jerezanos no hubiésemos podido realizar esta obra.

Aunque actualmente no podemos desarrollar nuestra actividad hospitalaria en nuestra casa de Jerez, las hermanitas aún continuamos en esta noble y solidaria ciudad y seguimos recibiendo el cariño y generosidad de todos los ciudadanos y estamos muy agradecidas por las muestras de afecto que nos manifiestan por la calle y en cada momento. La hospitalidad con nuestros mayores más pobres la seguimos ejerciendo en nuestra casa de El Puerto de Santa María dentro de la diócesis de Asidonia-Jerez.

Para todos los que puedan estar interesados, queremos informar que los primeros viernes de cada mes, a las 7 de la tarde, la comunidad parroquial de san Pedro junto con la Asociación Juana Jugán, se unen para celebrar la sagrada eucaristía en honor a Sor María de la Cruz.

Por la Gracia de Dios, Juana Jugán -Sor María de la Cruz, como nombre de religioso- será canonizada el día 11 de octubre de 2009 en Roma por S. S. Benedicto XVI.

Con la confianza puesta en la Divina Providencia, mantenemos la Esperanza de volver algún día a Jerez a desempeñar una vida religiosa y hospitalaria plena.

Gracias Jerez.