Una puerta abierta a la esperanza

Después de tres días en huelga de hambre a las puertas del Congreso, en Madrid, Antonia Castro consiguió que, de la mano de la diputada jerezana Mamen Sánchez, la recibiese una nutrida representación del Ministerio de Justicia y de la Comisión Parlamentaria del ramo. Y el resultado del encuentro, aunque no colmó las expectativas que tenía, sí sirvió al menos para abrirle una puerta a la esperanza, suficiente para que decidiese abandonar su protesta en la capital española y regresar a Jerez.

No arrancó ningún compomiso en firme de sus interlocutores sobre el caso por el asesinato de su hijo, Juan Holgado, el cual fue recientemente archivado por la Audiencia Provincial «por falta de pruebas concluyentes» que permitiesen encontrar a un culpable. Ella pretendía que le garantizasen que se iba a reabrir la investigación policial, pero Mamen Sánchez y sus acompañantes le explicaron que eso es algo que no está en sus manos, «sino de la propia Justicia», que es la que debe ordenarlo, y que ellos no pueden interferir en sus decisiones.

Nuevas pruebas

Le apuntaron que, sin embargo, el caso podría reabrirse en el momento en que se notificase a la autoridad judicial la existencia de pruebas o indicios que no hayan sido investigados anteriormente. Antonia Castro y su abogado, Luis Miguel Ayllón, aseguran que existen, por lo que los representantes del Ministerio de Justicia les invitaron a que los presenten para así conseguir que se dé orden de abrir una nueva línea de investigación. Y se ofrecieron ayudarles «en todo lo que se pueda» y que esté en sus manos, según apuntó después a este medio Mamen Sánchez. Así, por ejemplo, se comprometieron a informar al ministro de Justicia de la situación en la que se encuentra en estos momentos el caso.

Aunque la diputada jerezana apunta que «poco más» podrán hacer de momento, ya que «la pelota está ahora en su tejado, ya que son ellos (la familia Holgado-Castro y su abogado) quienes deben aportar esas pruebas e indicios que dicen que tienen; lo demás ya no está, desde luego, en nuestras manos».

Antonia Castro salió «satisfecha» del encuentro, por lo que decidió abandonar, «de momento», su huelga de hambre y anoche mismo cogió un autobús de regreso a Jerez. Eso sí, avisa de que permanecerá atenta y que, si en los próximos meses no se consiguen avances, volverá a Madrid a retomar la protesta.

Ella asegura que existen numerosas vías de investigación que no se han tenido en cuenta y que indicará cuáles son, aunque sigue pensando que la Policía no debería permanecer de brazos cruzados esperando una orden para que retome el caso. Pero está acostumbrada a luchar sola y dice que seguirá haciéndolo. Ahora, al menos, sabe qué tiene que hacer, según reconoce. Y esa es la principal conclusión que ha extraído de su viaje a Madrid.