Bajo esta balconada podría estar el principal acceso a los andenes, tras pasar cuatro puertas. / ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

El 6 de julio se decidirá si la Aduana será el vestíbulo de la futura estación

Luis Pizarro asegura que el Ministerio de Fomento y ADIF apoyan integrar en la estación este edificio, «que puede generar riqueza y empleo en la ciudad»

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De edificio sin valor, candidato a ser pasto de la piqueta, fascista, viejo, inoportuno y feo (a secas), la Aduana nueva ha pasado a ser generadora de empleo y riqueza para Cádiz. Eso es lo que vino ayer a decir el consejero de Gobernación, Luis Pizarro, que ha ejercido de mediador entre las administraciones para reactivar el desarrollo de la plaza Sevilla y parece que lo ha conseguido: se ha convocado la comisión de seguimiento, integrada por las tres administraciones, para el próximo 6 de julio.

«Ya no caben excusas», señaló ayer Pizarro, que también reconoció que fue la alcaldesa, Teófila Martínez, la que le pidió que convocara una reunión con ADIF y Fomento para retomar este plan que pretende localizar allí un gran intercambiador de transportes (tres, nueva estación de autobuses, aparcamientos, hoteles, comercio y restaurantes). Aunque nunca ha llegado a moverse allí una piedra, había un cierto entusiasmo entre las tres administraciones (la local, con el Ayuntamiento; la Junta, que debía construir la citada estación de autobuses, y ADIF, administrador de infraestructuras ferroviarias, dependiente del Ministerio de Fomento). Pero se apagó con el jarro de agua fría que supuso el anuncio de que Cultura de la Junta estaba dispuesto a proteger la Aduana.

Cuatro entradas

La propuesta de la Junta es ahora que el edificio se incorpore y se convierta en un hall de entrada a la zona comercial de Vialia que se instalará (algún día) en la estación vieja. De tal manera que el viajero tendría que superar cuatro entradas para llegar a los andenes: la Aduana, la estación vieja, el vestíbulo, donde se comprarán los billetes y los andenes. Un viaje largo. Unos 350 metros.

Pero Pizarro ya adelantó ayer que ADIF y el Ministerio de Fomento están de acuerdo con la fórmula de integrar la Aduana en el complejo de Renfe, aunque no quiso precisar cuestiones técnicas de cómo se haría ni qué se conservará del edificio. Sí puntualizó que tanto la consejera, Rosa Aguilar, como el presidente de ADIF, Antonio González, han «entendido» esta propuesta.

Pizarro se alegró del simple hecho de que el mantenimiento de la Aduana haya provocado debate en la ciudad: «Hace tiempo que en Cádiz no se discutía sobre nada».

En cuanto a los plazos del proyecto, el responsable de la Junta señaló que «sería bueno que todas las grandes inversiones previstas finalizaran para 2012» e insistió en que la reunión del día 6 de julio debe ser la que dé el impulso definitivo al plan para convertir la plaza de Sevilla en ese nudo de transportes. «Cada administración ya tiene su inversión definida», dijo.

Más satisfechos aún estaban los miembros del Foro contra el Derribo de la Aduana. Ayer José María Esteban manifestaba que esta solución -integrar el edificio en el conjunto de Renfe- ya llevaba esbozándola él desde el año 2002 y agregó que «César Portela [arquitecto responsable del diseño de plaza Sevilla] lo planteaba en su primer proyecto». Sin embargo, dijo Esteban, «yo calculo que lo modificó por la influencia de algún técnico del Ayuntamiento».

En su opinión, la intención del arquitecto al tirar la Aduana era «que se vieran el hotel que va sobre el vestíbulo y las viviendas», dijo refiriéndose al primer proyecto (fruto de un convenio entre Renfe y el Ayuntamiento) que preveía construir allí una zona residencial.

Esteban no se opone a que la Aduana pierda esa parte trasera, de forma que pueda ampliarse el espacio entre el edificio de los años 50 y la vieja estación y propone además unir ambos inmuebles con un «elemento transparente».

De todas formas, puntualizó, «el diseño le corresponde al proyectista, que es al que van a pagar».

Al incorporar los metros cuadrados de la Aduana (ya se dediquen a sector terciario o comercial, aunque cabe la posibilidad de que sólo sean equipamiento), Esteban propone compensar ese aumento rebajando las alturas del futuro hotel que irá sobre el vestíbulo.