Agustina será la abuela de Minesu estos meses. / M. GÓMEZ
Ciudadanos

Vacaciones en la playa para los niños del desierto

Llegan los primeros refugiados de los campamentos de Tindouf para pasar el verano con familias gaditanas

| CÁDIZ Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Llevaban esperando algo más de lo que dura un embarazo, habían comprado ropita, pero de la talla diez, y el nombre y las facciones de sus rostros ya los conocían. Diez familias gaditanas aguardaban en la mañana de ayer la llegada de sus hijos adoptivos procedentes de los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf, en Argelia. Ansiosos, como el que sueña con la llegada de un bebé, hicieron guardia en la sede de la Asociación de Cádiz de Solidaridad con el Pueblo Saharaui desde la mañana temprano. Minesu, Mohamed, Agaira, Brahim y Shamir, entre otros, serán durante los próximos dos meses la alegría de estos hogares altruistas, facilitarán el intercambio cultural, idiomático y social entre los hijos biológicos de las familias y, lo más importante, recibirán todo aquello que, desgraciadamente, les falta en su país de origen. Comida, vestido y diversión, a cambio de dulces sonrisas y miradas de agradecimiento.

«Hoy mi casa es una fiesta, hemos corrido mucho para hacer las tareas y estar aquí esperando», decía Merchi, madre de dos niños y que acoge a Brahim, de 8 años, desde hace tres temporadas. «A él le gusta mucho la playa, -el saharaui fue por lo primero que preguntó a su llegada-, la piscina y las plazoletas para jugar. La comida le gusta toda, aunque al principio no está acostumbrado a tanta», comentaba la mamá.

Manuel Vázquez era primerizo y, según contó, estaba nervioso desde las 9 de la mañana. Tiene tres hijos y pertenece a la asociación desde hace 12 años, pero no ha sido hasta este verano cuando se ha planteado acoger a un niño refugiado. «Mi mujer y yo lo consideramos una experiencia muy enriquecedora, estamos seguro que él nos va a aportar más que nosotros a él».

Situaciones parecidas volverán a repetirse el próximo sábado cuando lleguen otros 30 saharauis, de edades comprendidas entre los 6 y los 12 años al Estadio Carranza. En total, la provincia de Cádiz recibirá a 450 niños. «Brahim tiene trece hermanos y se ha quedado sin padre. Yo fui a los campamentos y comprobé las condiciones en las que viven. Es de extrema pobreza», contó Merchi. «Yo si pudiera me la quedaba para siempre», concluyó otra madre, Josefina. Por lo pronto, en agosto, volverán las lágrimas de despedida y, de nuevo, la dulce espera.