Dos goles que entran en la historia con letras de oro

La historia ya está escrita y dos xerecistas han rubricado con letras de oro el ascenso más importante de todas las épocas del Xerez. La tarde prometía, los jugadores eran conscientes de lo que se jugaba en un Chapín hasta la bandera y el día deparaba lo más grande. Vicente Moreno y Carlos Calvo conseguían los dos últimos tantos de la temporada y de Segunda División en Chapín. Un hueco en la gloria para estos dos futbolistas estaba escrita.

El valenciano sabía por su experiencia que algo nuevo estaba a punto de llegar en un club donde ha pasado media vida profesional. Hace un año lloraba la salvación del Xerez en el mismo escenario abrazado a Antoñito. 365 días después las lagrimas se volvían a repetir, pero el significado era mucho más especial.

Moreno vivía otro episodio más en su curriculo particular, pero la recompensa adecuada no llegaba para un jugador que lo da todo por el fútbol. Pero este año era distinto. El mediocentro del Xerez se merece jugar en Primera División, ha hecho méritos suficientes para ello y su destino quiso que el protagonismo fuese doble. Incombustible durante el partido hasta que fue sustituido, nunca arrojó la toalla y su momento de gloria llegaba en el minuto 60.

Tarde especial

En una tarde distinta, rara, de nervios y complicada hasta ese momento, la historia del Xerez no se podía escribir de otra forma, Chapín enloquecía con el cabezazo de Vicente Moreno que acababa en gol. La explosión de júbilo inundaba las gradas de Chapín que se expandía a los propios jugadores. Muchos de ellos habían expresado su deseo de que el valenciano anotase el gol en el partido del ascenso y el deseo se había cumplido. Gol inolvidable para el futbolista que más veces ha vestido la azulina en los 62 años de vida.

A pesar de todo, para Moreno el salto a Primera se había resistido: «Se estaba haciendo muy largo porque era un ascenso muy deseado, merecido y a pesar de tener las opciones la semana pasada se ha hecho muy largo».

Un valenciano muy emocionado reconocía que con el gol y el ascenso se había acordado de muchas personas: «Se me han pasado muchas cosas por la cabeza, anécdotas, mucha gente y ahora es tiempo de dejar todo eso de lado y disfrutar de la fiesta. Ha sido una suerte poder marcar, porque de alguna manera tu nombre va a quedar grabado y, cuando pasen unos años y se pongan las repeticiones, saldrán los goles y será muy bonito. He recibido muchas felicitaciones y todas son especiales. Somos muy felices de poder brindar este ascenso y sólo ver como lo ha disfrutado la gente nosotros nos sentimos muy satisfechos».

A pesar de la euforía, Moreno quiso recordar a las personas que esta misma semana se habían marchado: «Te acuerdas de mucha gente que se ha quedado en el camino, esta misma semana se nos han ido xerecistas, y la verdad que es una lástima que por unos días no hayan podido disfrutar del ascenso a Primera por primera vez en la historia del Xerez».

Segundo protagonista

Carlos Calvo también tenía un sitio reservado en la gloria del Xerez. El madrileño se había topado con todos los obstáculos durante toda la temporada, conseguía hacer todo el trabajo, pero de cara al gol seguía negado. A pesar de todo, el interior azulino nunca desesperó. Y su premio llegaba en el momento más esperado, en el instante soñado para todo jugador. Gol que valía tres puntos, el ascenso a Primera y las opciones para acabar la próxima semana ante el Celta como campeón de Segunda.