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El Betis cae al infierno de Segunda División

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Tras ocho temporadas consecutivas en la elite, el Betis bajó al infierno de la Segunda División. Al igual que los otros cuatro implicados en la lucha por la salvación, los de Nogués dependían de sí mismos para continuar en Primera, pero no fueron capaces de imponerse al Valladolid en un duelo directo. Después de sufrir también por la permanencia las tres últimas campañas, esta vez no hubo milagro y la jornada definitiva fue letal para el Betis, acompañante de Recreativo y Numancia al pozo de la categoría de plata.

El Sporting fue otro de los conjuntos que estuvo en descenso durante más de media hora. Eso sí, la escuadra asturiana mandó a los verdiblancos a Segunda en el minuto 67, gracias a un segundo gol que certificó la trabajada remontada de rojiblanca. De hecho, Preciado y los suyos se vieron por detrás en el marcador frente a un Recreativo que no se jugaba nada. Osasuna, que antes de la disputa de la última jornada ya ocupaba puesto de descenso, se intercambió esa plaza con el Sporting hasta que El Molinón explotó de júbilo con el gol marcado por Luis Morán. Lógicamente, hubo invasión de campo en el vetusto Molinón, al igual que en el Reyno de Navarra. Al final, en una tarde de tantas emociones, también festejaron a lo grande su continuidad en Primera el Getafe, en Santander; y el Valladolid, en Sevilla, donde las lágrimas de alegría de los pucelanos coincidieron con las de dolor por el dramatismo del Betis, con cargas policiales incluidas en los aledaños del Ruiz de Lopera.

El dueño heliopolitano había exigido a sus jugadores dejarse «hasta la última gota de su sangre», pero en un choque de tanta tensión ante un Valladolid que también se jugaba la permanencia, los verdiblancos no pudieron sobrevivir. Es el segundo descenso en menos de una década del Betis, cuya trayectoria en la presente temporada le costó el cargo a Paco Chaparro. Luego llegó la historia conocida por todos, José María Nogués no terminó de enderezar el rumbo, a pesar de las buenas vibraciones iniciales.

La tercera y última plaza de descenso pasaba por cuatro partidos. Ahora bien, sobre todo, por el Betis-Valladolid, porque, aunque con angustia, era previsible que Osasuna ganase al Real Madrid, que acabó con nueve y cerró la Liga con cinco derrotas consecutivas; que el Sporting se impusiese al ya descendido Recreativo; y que el Getafe no perdiese en Santander, pese a las ganas que les tenía el Racing desde el pasado año por su eliminación copera.

Del todo a la nada

Para el Betis, que hace sólo cuatro años jugaba la Liga de Campeones, este descenso supone un rotundo fracaso. Ocurre lo mismo en el plano personal para dos grandes futbolistas, pues Oliveira y Sergio García repiten la amarga experiencia de la pasada temporada al frente del conjunto zaragocista. Sin embargo, el Betis se ha ido desintegrando campaña tras campaña, y durante una última jornada salpicada en todo momento por continuos rumores de maletines, se fue al pozo cuando desde el principio habían sido Osasuna y Sporting los que se habían cambiado la temida plaza.

Al equipo navarro se le complicó aún más la situación con el tempranero gol marcado por Higuaín, aunque Plasil sólo tardó cuatro minutos en empatar el partido. El sorpresón llegó con el tanto del Recre en El Molinón. Ersen Martin adelantaba a su equipo en el minuto 22 y, en ese momento, Osasuna se salvaba por primera vez y el Sporting se iba a Segunda. El Getafe también tuvo que padecer durante cuatro minutos en Santander, desde el gol del Racing, logrado por Toni Moral, hasta el empate de Esteban Granero.

El primer mazazo para el Betis fue el gol del Valladolid en el tiempo añadido de la primera parte. Precisamente, fue el sustituto del lesionado Pedro León, Aguirre, quien adelantó al Valladolid y ponía en verdadero peligro a los andaluces. El brasileño Oliveira empataba al comienzo de la segunda mitad, pero ese resultado no iba a garantizar la permanencia bética, pues con un empate dependía de Sporting y Osasuna.

Se produjo lo previsible. Las remontadas de navarros y asturianos. En la segunda parte, sólo durante dos minutos volvió Osasuna a Segunda, entre el tanto de Barral para el Sporting y el golazo de Juanfran para los rojillos. El Sporting, en cambio, cobró toda la vida con el que logró Luis Morán, el que vale toda una temporada en Primera y envía al Betis a Segunda, a revivir épocas de auténtico martirio. El Ruiz de Lopera se llenó de desesperación, con lloros y quejas de sus aficionados contra el máximo accionista de la entidad, el mandamás de un club a quien ya no ven en un púlpito los seguidores verdiblancos.