Francisco Fernández García-Figueras con el cardenal Bueno Monreal y el periodista Fernández Peña. / LA VOZ
Jerez

Psiquiatra y neurólogo de prestigio

Francisco Fernández García-Figueras preside desde 1984 la Real Academia de San Dionisio

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Continuando con el apellido Fernández, elegimos hoy a esta otra familia jerezana, que se ha distinguido por tener entre sus miembros a personas que han demostrado sentir gran amor a su ciudad. Habiéndolo hecho sin ínfulas, afectaciones ni alharacas, sino desde el respeto a las instituciones, la cultura y las tradiciones. Ocupando cargos en su mayoría no remunerados, siendo ellos los que les han dado prestigio a los cargos y no los cargos a ellos; casi todos orientados a defender y cultivar valores tradicionales que son los que contribuyen a un Jerez mejor, más cívico y convivido. Conscientes de que a ese Jerez sólo se llega a través de la formación y la cultura, más de un miembro de esta familia ha procurado a su ciudad actos y ciclos de actividades encaminadas a difundir el arte, la literatura, la música, etc. En suma, humanidades, que son las que nos hacen más cultos, discernientes y ricos en valores y, por lo tanto, más libres.

Tal es el caso del doctor Francisco Fernández García-Figueras, psiquiatra y neurólogo, médico especialista de la Seguridad Social y presidente de la Real Academia Jerezana de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras.

Nació este insigne jerezano en el otoño del 1937, en plena contienda civil española, realizando los estudios primarios y el Bachillerato en colegios e institutos de nuestra ciudad, tras los que se trasladó a la capital para estudiar Medicina, carrera que llevó a cabo con brillantez, obteniendo su Licenciatura en la Universidad Complutense de Madrid. Durante los primeros años sesenta se especializó en Neurología y Psiquiatría en el Hospital Clínico de Madrid bajo la dirección del profesor López Ibor y Neurología Clínica en la Fundación Jiménez Díaz.

Al acabar sus diferentes especialidades, se marchó a Gruyère y Lausanne en el Cantón de Vaud, en cuyos hospitales trabajó durante el año 1964 como médico especialista.

En el año 1965 regresó a Jerez, donde abre su consulta particular, trabajo que alterna con el de profesor de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de Cádiz (1966-1968) y años después en la Escuela Profesional de Psiquiatría de Sevilla (1970-1973), para posteriormente pasar a ser profesor de Enfermería del Hospital de Jerez (1974-1978).

El doctor Fernández García-Figueras ha ejercido cargos y puestos como psiquiatra en diferentes instituciones. Tales han sido en el Hogar de los Dolores en Jerez, psiquiatra de la Beneficencia Municipal en el Hospital de Santa Isabel, como Jefe en el Hospital Psiquiátrico Provincial y coordinador jefe de todo el equipo del ambulatorio jerezano y de la Sierra de Cádiz. Llegó también a ser el médico especialista en Psiquiatría y Neurología del Hospital de Jerez. Esto sería en lo que concierne a su vida profesional como médico especialista, teniendo otras múltiples facetas como persona, destacando especialmente la de humanista.

Fue hombre de gran cultura y rico bagaje de conocimientos en los campos de la literatura, de la geografía y la historia, de la música y la pintura; en suma, de las Bellas Artes. No en vano es presidente electo desde 1984 de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras, en la que ha llevado a cabo una encomiable labor de divulgación de la cultura, con actividades y ciclos que han dignificado y dado prez a dicha institución, la que es el más antiguo y no por ello menos moderno referente de la cultura jerezana.

Pero continuando con nuestro personaje, es de rigor resaltar algunas de las muchas cualidades que este paisano atesora. Francisco Fernández García-Figueras es de las pocas personas que hemos conocido capaz de llevar a cabo una conferencia sin tener que hacer lectura. Es como aquellos oradores y conferenciantes pertenecientes a la vieja escuela: los hermanos Cuevas, José María Pemán, Montero Galvache, Isidro G. del Barrio Ambrosí, etc, los que llevaban sus notas y guiones en sus privilegiadas cabezas.

Hombre ameno y excelente conversador, es un lujo escucharlo en una reunión de amigos o tenerlo como comensal, donde, tras la distensión de unas copas, adoba su erudición con metáforas, sornas e ironías, que es el humor de los preclaros. Francisco Fernández García-Figueras ha cultivado también varios campos de la literatura con excelentes artículos de opinión en la prensa local y andaluza. Así como en la poesía participando en diferentes galas y certámenes poéticos en los que ha sido distinguido con premios como el Julián Romea, el de la Exaltación del Guadalquivir o el de la Flor Natural de los Juegos Florares de la Sierra de Cádiz. También fue pregonero de la Semana Santa de Jerez y actuó como mantenedor y presentador en diversas galas literarias y de poesía.

Francisco Fernández García-Figueras es, además, miembro del Centro de Estudios Históricos Jerezanos e igualmente forma parte del Pleno del Instituto de las Reales Academias de Andalucía.

Su coherencia de pensamiento se constata, asimismo, en su activa participación en la transición democrática española, presentándose como candidato al Congreso Constituyente por el Partido Popular Democrático, siendo entonces dirigido por los históricos José María Gil Robles y Joaquín Ruiz Giménez.

Como médico especialista en Psiquiatría y basado en su extensa experiencia profesional, ha escrito y publicado numerosos artículos y ensayos, de entre los que queremos destacar la publicación de un interesante libro en el que el doctor Fernández García-Figueras ahonda en profundidad en los Signos Electro-encefalográficos de la Población Adolescente.

Es miembro de varias sociedades de Psiquiatría y de la Historia de la Medicina, colaborando con centros y fundaciones de educación especial y siendo en la actualidad miembro del Patronato de AFANAS en Jerez. En el año 1971 fue el organizador del primer Simposium Internacional sobre La Electroencefalografía en Psiquiatría, al que asistieron profesores de numerosas universidades españolas y europeas.

Debido a su profesión y acusada personalidad, es muy conocido y apreciado en todos los órdenes y capas sociales de nuestra ciudad, en las que, como ya hemos apuntado anteriormente, se le valora como médico psiquiatra y por el bagaje de conocimientos que alberga, memoria, erudición y ecuanimidad; riqueza intelectiva de la que disfrutamos todos aquellos que hemos tenido la ocasión de pasar alguna que otra velada en su compañía.

Casado con María Inmaculada García-Angulo de la Calle, es padre feliz y orgulloso de tres hijos, Francisco, Aina e Inmaculada, los que, parafraseando al refranero, son ramas dichosas de su tronco. Los dos primeros son licenciados en Derecho y la tercera en Humanidades.