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Nueva Rumasa mantendrá los empleos en la fábrica de Kraft e introducirá nuevas marcas

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El comité de empresa de la planta de Kraft Foods en Mahón (Menorca) se reunió ayer con los directivos de Nueva Rumasa, encabezados por el jerezano José María Ruiz-Mateos, tras anunciarse la semana pasada el acuerdo entre las dos compañías para la compra de la fábrica mahonesa.

Durante el mencionado encuentro, que tuvo una duración aproximada de tres horas, el grupo empresarial de la familia jerezana presentó a los trabajadores el plan de negocio, cuyo principal objetivo es, según señaló, incrementar la fabricación e introducir nuevas referencias o marcas.

«Hasta el próximo mes de diciembre se mantendrá la producción de El Caserío y posteriormente se prevé la incorporación de nuevas marcas de Nueva Rumasa», señaló el consejero delegado del holding, José María Ruiz-Mateos Rivero, quien aseguró que la planta de Mahón será la base para el desarrollo futuro de la división de queso fundido y subproductos de Nueva Rumasa.

En este sentido, Ruiz-Mateos Rivero apuntó que, aunque Kraft no ha accedido a vender la marca El Caserío, «nuestro mayor interés va a ser que vuelva a Menorca». «Las multinacionales están siempre orientadas a marcas internacionales y El Caserío es una marca de patrimonio español. Por este motivo, en cuanto firmemos este contrato vamos a ponernos a pensar las fórmulas para conseguir que vuelva al lugar de donde salió», recalco el consejero delegado de Nueva Rumasa .

El plan de negocio previsto por el grupo empresarial estará también apoyado por los contratos existentes hasta el momento con la marcas de la distribución, aunque se aprovecharán las sinergias existentes con otras del grupo a nivel logístico para llegar a más puntos de venta e incrementar la facturación. El proceso de compraventa, que se hará efectivo como máximo el próximo 30 de junio, establece que Kraft mantendrá la actual producción en la planta de Mahón hasta final de 2009 y suscribirá un contrato de co-manufactura de una parte del volumen durante tres años.

Plantilla

«Por encima de la fábrica, por encima del producto y por encima de la marca internacional damos importancia a los trabajadores. Eso es lo que tiene que hacer siempre un buen empresario: estar en contacto con las personas, cambiando impresiones, escuchando las quejas o sugerencias. Nos consideramos en eso muy responsables». Así de contundente se mostraba ayer José María Ruiz-Mateos en relación al mantenimiento de los 174 puestos de trabajo de la fábrica de Mahón. Aseguró, además, que los trabajadores recibirán una paga extraordinaria una vez se haya hecho efectiva la compra de la planta.

El presidente del Comité de Empresa, Antonio Olives, señaló por su parte que se llevaban «una impresión muy positiva y agradecemos a Nueva Rumasa que confíe en nosotros. Esperamos que este sea el inicio de una gran relación».

El acuerdo de venta suscrito la semana pasada entre Kraft Foods y el grupo empresarial de la familia Ruiz-Mateos incluye la fábrica de Mahón, las marcas Tranchettes, Santé y Quesilettes, pero no incluye la marca El Caserío, que sigue en manos de la multinacional norteamericana, pero también recoge una opción de tanto a favor de Nueva Rumasa.