Los retos de hoy

Decía el padre Arrupe que «es un error empeñarse en dar las respuestas de ayer a los problemas de mañana». En efecto, a los retos que nos plantea el presente sólo le valen las respuestas que nos permitan un futuro mejor. Esta es la idea fuerza que preside las II Jornadas sobre Católicos y Vida Pública que a partir de esta tarde, se celebrarán en el antiguo Gobierno Militar de Cádiz. Las Jornadas están articuladas en torno a tres ejes tan actuales como esenciales: los retos a los que se enfrenta el derecho inalienable a la vida, el gran reto que representa la crisis económica que padecemos y, en tercer lugar, las respuestas que demanda la situación social y política que vivimos en Occidente.

Para hablar de todo esto vienen expertos de reconocido prestigio. Podremos escuchar al profesor Velarde Fuertes, catedrático de Economía y Premio Príncipe de Asturias, apuntar posibles salidas a la crisis o a Otero Novas, abogado del estado y ex ministro en tiempos de la UCD, hablar de sociedad y política. Mentes lúcidas que abordarán estos temas con la solvencia que otorga el conocimiento y con la perspectiva que proporciona la experiencia. A buen seguro, que muchas de sus ideas nos harán reflexionar sobre la mejor manera de empezar a construir hoy nuestro futuro y sobre la forma más acertada de afrontar los retos que nos impone el presente.

Hoy en la economía triunfan los agoreros, los profetas de la debacle, los que se atrevieron a alzar su voz crítica en los tiempos de la euforia. Pero en economía abundan los falsos profetas; hace veinte años lo fueron los yuppies engominados o hace cinco los reyes del ladrillo, unos y otros nos hicieron creer que su fórmula era infalible, desgraciadamente todos han resultado estar unidos por una característica común: lo efímero, cuando no falso, de sus paradigmas. A lo mejor ha llegado el tiempo de que se imponga el sentido común, de aplicar a la economía los valores que aplicamos a nuestra vida.

Puede que sea el momento de dar valor a la cosas, de vivir con austeridad, que consiste sencillamente en aprender a prescindir de lo superfluo y a apreciar lo que es importante. Hoy andamos sobrados de tonterías y escasos de fundamentos. Todas las épocas y todos los tiempos han padecido crisis y han debido enfrentar problemas, cada una los suyos. Pero solo cuando la sociedad ha tenido claro cuales eran las prioridades ha sabido salir adelante.

Las conferencias de estas magníficas Jornadas, se completan con mesas redondas sobre cada uno de esos tres grandes temas, en las que gente variada e interesante aportará su punto de vista con un nexo común: la idea de que en el siglo XXI resulta indispensable la presencia social del mensaje cristiano, tanto porque los cristianos tenemos la responsabilidad de participar en la construcción de la sociedad en la que vivimos, como por la convicción de que si los valores cristianos impregnan la vida social, ayudarán a formar mejores ciudadanos con independencia de sus creencias. Anímese, la entrada es libre, le esperamos.