Imagen de archivo de la central nuclear de Santa Maria de Garoña.
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El reactor de la central nuclear de Garoña sufre una parada no programada

De la Vega resta importancia al suceso dado que no supone riesgo alguno para los trabajadores, la población ni el medio ambiente

MADRID Actualizado: Guardar
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La central nuclear de Santa María de Garoña, (Burgos) ha sufrido esta madrugada una parada no programada de su reactor, provocada por rechazo de carga de su generador principal y que obligó a activar los procedimientos de aviso reglamentarios, que, según el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), no ha supuesto riesgo para los trabajadores, la población ni el medio ambiente.

La central nuclear de Garoña, en funcionamiento desde 1970 y cuya vida útil -40 años- expira el próximo mes de julio, sufrió el pasado 6 de abril otra parada de actividad no programada por una reducción de carga superior al 20%. También en ese caso sin riesgos. El reactor nuclear de Garoña es el más antiguo de los ocho actualmente operativos en España y el primero sobre el que se plantea la decisión de un posible cierre.

El CSN ha informado en un comunicado de este incidente que se produjo a las 23:55 horas y tras el que funcionaron correctamente todos los sistemas de seguridad. El Consejo de Seguridad Nacional deberá decidir antes del próximo 5 de junio si autoriza la prórroga de diez años en la explotación solicitada por el titular de la central, Nuclenor -participada al 50% por Endesa e Iberdrola- o si, por el contrario, acuerda el cierre definitivo.

La callada por respuesta

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha eludido adelantar si el Ejecutivo cerrará la central o si por el contrario renovará su permiso por otros diez años. "La decisión sobre las centrales nucleares se adoptará en el momento en el que llegue el día en que finalice su periodo de vigencia", ha dicho al respecto De la Vega en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Además, la vicepresidenta ha restado importancia al suceso dado que el incidente no ha supuesto ningún daño para los trabajadores, para la salud o para el medio ambiente y que si se ha detectado es porque España dispone de "unos sistemas de seguridad que funcionan" y porque se siguen los protocolos de actuación.