APERTURA. Este establecimiento abrió sus puertas en el pasado mes de noviembre. / N. REINA
Jerez

«Todos los propietarios tienen predisposición a bajar lo que piden»

Los empresarios llegan a recibir ofertas de descuento para las rentas que alcanzan los 500 euros mensuales

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La caída de los precios de alquileres de locales comerciales no es algo de lo que se estén beneficiando en exclusiva las grandes cadenas y marcas que tienen una mayor capacidad de presión. Los pequeños comercios también consiguen ahora el arrendamiento de sus espacios por menos dinero que hace unos años. Ignacio Martín abrió una tienda de ropa en la calle José del Toro del casco histórico de la capital en noviembre y renegoció a la baja su contrato de arrendamiento desde el principio. «El gestor inmobiliario me aseguró que, tal y como estaba la situación, si negociaba iba a conseguir una rebaja con respecto a la petición inicial de la propietaria con toda seguridad», explica.

Finalmente consiguió una reducción del 20% con respecto a lo que pagó el anterior arrendatario durante diez años en el contrato que ha firmado por un lustro. Ignacio apunta que antes de decidirse por que el que ahora ocupa, vio otros locales y que en todos los casos los propietarios estaban dispuestos a rebajar sus pretensiones económicas iniciales. «En uno nos llegaron a ofrecer un descuento de 500 euros», sentencia Ignacio.

«Si la cosa se pone fea»

El caso de este joven empresario es el de un nuevo contrato. En lo que respecta a los acuerdos que están en vigor, la cosa cambia. De hecho, los gerentes de otros comercios que llevan tiempo abiertos al público no han intentado, por ahora, obtener un abaratamiento de las rentas que pagan. Javier Martínez, de Joyerías Regent, reconoce que «si la cosa se pone fea, habrá que estudiarlo», aunque no se lo ha planteado aún. Sobre el hecho de tener éxito a la hora de plantear esta cuestión a los propietarios de los locales, se muestra un tanto escéptico: «El grande siempre tiene más capacidad de presión que el pequeño», apunta en referencia a las oportunidades que sí pueden conseguir las grandes marcas.

La Relojería Alemana lleva más de 150 años abierta en Cádiz. El contrato de su local en la calle Columela, en palabras de su gerente, Tony Them, «no es demasiado leonino». Coincide con Javier en que «si la situación empeora habría que empezar a pensar en tocar el tema». Este establecimiento es uno de los negocios más antiguos de la ciudad y de la provincia. La crisis se está dejando sentir en sus números. «Se ha notado un bajón importante porque lo que ofrecemos no es de primera necesidad», explica.