Chacón visita en Kenia a las tropas que defenderán a los atuneros de los piratas

La ministra de Defensa, Carme Chacón, viaja hoy a Mombasa, ciudad costera al sur de Kenia, para visitar a las tropas españolas que forman parte del dispositivo que protegerá a los atuneros en las próximas semanas. Se trata de la fragata Numancia, buque insignia de la operación Atalanta, y un avión de patrulla procedentes de Yibuti, en el golfo de Adén, zona caliente de la crisis de la piratería.

El viaje de Chacón coincide con el aniversario del secuestro del atunero vasco Playa de Bakio, que durante una semana estuvo a merced de los asaltantes con 26 marineros a bordo, trece de ellos españoles. Su visita llega, además, con el comienzo de la campaña del atún en el área que comprende la costa de Kenia, Seychelles y el sur de Somalia, donde en pocos días faenarán hasta medio centenar de pesqueros con pabellón europeo, quince de ellos españoles.

Esta franja permanecía a salvo de los piratas hasta que la presión militar en el golfo de Adén hizo que los bucaneros ampliasen su radio de acción al sureste de Somalia. Sin ir más lejos, el pasado mes de marzo, el atunero Felipe Ruano logró zafarse de los asaltantes que durante una hora lo acosaron a 500 millas de la costa sur somalí.

Este suceso provocó airadas protestas de armadores y marinos contra la labor de la operación Atalanta, la primera misión aeronaval de la Unión Europea formada por 1.200 militares, ocho navíos de guerra y dos aviones de patrulla marítima. Les acusaron de «descoordinación» y de hacer más esfuerzos en proteger a petroleros y barcos del Programa Mundial de Alimentos de la ONU que a los propios atuneros.

La visita de Chacón coincide con el mando de España de la operación aeronaval. Desde el pasado 6 de abril y hasta el próximo mes de agosto, el capitán de navío Juan Manuel Garat comandará los efectivos militares de la misión europea. Para ello contará con el apoyo de fragatas de la OTAN y buques estadounidenses, rusos, indios o chinos desplazados al golfo de Adén.

Desde enero, el número de ataques ha llegado a 70, según la Oficina Internacional Marítima, mientras que en todo 2008 alcanzaron los 120 y los piratas lograron unos 100 millones de euros en rescates, según algunas estimaciones. En estos momentos, se calcula que hay unos 18 barcos en manos de los secuestradores, con unos 300 marineros retenidos.