TRIBUNA LIBRE

Enlas, entidades no lucrativas de acción social

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Ayer miércoles, en el Eduardo Benot, las Enlas ( entidades no lucrativas de acción social) compuestas en principio por quince asociaciones sociales de la Bahía de Cádiz, tiñeron de esperanza el horizonte civil-comprometido gaditano, haciendo pública su unión y la lectura de un esperanzador comunicado. El empeño de estos militantes de la solidaridad, no es otro, que el de construir día a día múltiples paisajes de felicidad para las personas con las que trabajan, a veces, tan escasa y necesitada de ella. Su vara mágica, es la de ese infinito amor que derrochan en todos sus esfuerzos para poder pintarles el arco iris de un esperanzado mundo, que la Naturaleza un día a unos, y la sociedad e instituciones, otro día a otros, les negó y les niega. Esta celebración fervorosa de un paso hace resonar los clarines del comienzo de una decente lucha por la dignidad y la vida de cuantos se ocupan. Estas asociaciones han decidido expandir las fronteras de su loable misión, y ofrecerse además, en colaborar con las distintas instituciones públicas, en el estudio de problemáticas, así como participar en las decisiones que afectan a este importante sector de la ciudadanía, donde se concentra una buena parte de las personas desfavorecidas.

Estas asociaciones, trabajadoras de la fraternidad, la gratuidad y la igualdad conviven diariamente con la desesperanza de muchos de los suyos y luchan constantemente contra el sufrimiento, que no deja de ser la causa que la trae. Así que a estos místicos de la solidaridad no les queda otra alternativa que salir a la calle del diálogo, la denuncia y la colaboración con las administraciones, ya que hasta ahora, éstas, no les están ofreciendo la respuesta que merecen. Más bien todo lo contrario, ya que, entre otras cosas, se prometió desde la Administración central y regional, que con la actual crisis, no se producirían recortes sociales y son precisamente los más recortados. Así que, debido a unas subvenciones atrasadas que no terminan de abonarse, y que ni siquiera en el presente año salen a concurso, por su reducción, no son pocas las asociaciones dedicadas a la exclusión, discapacitación, prevención, etc, las que han tenido que cerrar algunos de sus proyectos de atención. Enviando también al paro, a algunos de los pocos asalariados con los que suelen trabajar, ya que estas asociaciones, por la dimensión de su labor, necesitan además del voluntariado, contar con especialistas a tiempo total. Y lo que es peor, la posibilidad de que algunas de ellas desaparezcan. Al final los verdaderos perjudicados de estas desequilibradas políticas de recortes, como siempre, son los más desfavorecidos. A pesar de ello, estas asociaciones llevan multiplicando su ingenio y duplicando su dedicación en la organización de distintas actividades con las que obtener unos recursos suplementarios. Pero ni así. Las Enlas, por lo que aportan, desarrollan y representan, están siendo injustamente tratadas, y no por las instituciones privadas, que en muchos casos están más concienciadas, sino por un ente público que debería reconocer, que éstas, son pieza fundamental de un entramado social, solidario y verdadero. Porque no existe mayor solidaridad que la de compartir sueños, tiempo y luchas con los nadie y porque no existen mayores verdades que el grito de un pobre, el lamento de un enfermo ó el quejido de un discapacitado. Pero el poder, torpe y lamentablemente, está haciendo oídos sordos ante tan humana y social prioridad.