FOTO DE FAMILIA. En la misma aparecen, además de sus más allegados, personas conocidas como Pimentel.
Jerez

Audacia, tenacidad e ingenio en el trabajo

La familia Estévez se ha destacado como una de las familias más prósperas del último siglo en Jerez

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Como ya señalamos al principio de la primera parte del reportaje sobre la familia Estévez publicada ayer en las páginas de este periódico, Pepe también estuvo inmerso en el terreno inmobiliario con Projerez, S.A, empresa dedicada a la promoción inmobiliaria de viviendas y locales comerciales. Como también lo hizo a la explotación agrícola, en este caso con la firma con Agrícola, S.L.

Con la compra de las bodegas Valdespino, S.A. adquirió en su paquete las sociedades de Valdisa y Valdespoust, entre otras, y que igualmente fundió con sus otras bodegas y sociedades con las que trabajó a fondo.

En el año 2000 hizo el negocio de su vida con la venta de sus Yacimientos de Arenas Silíceas, S.A. en muchos miles de millones de pesetas. Empresa modelo por la que había obtenido múltiples premios y reconocimientos, como el del Parlamento Europeo en Estrasburgo, en Restauración Medioambiental; concurso en el que participaban todos los países de nuestro continente y que le fue concedido por el cuidado que había puesto en la repoblación forestal de las fincas y montes en las que tenía sus yacimientos de arena.

En el año 1999 le fue concedida la Medalla de Oro al Mérito de Trabajo, que el Ministro de Trabajo Manuel Pimentel le impuso en su propia bodega el 30 de abril. Fue, sin duda, uno de los momentos más destacados de su densa trayectoria profesional y que a buen seguro ha quedado muy bien guardado en la memoria de sus más allegados.

Caballero Imperial

El 21 de octubre del 2000 fue investido Caballero Imperial en el Monasterio de Yuste y en el 2001 Caballero de la Orden de San Clemente. En marzo de ese mismo año fue nombrado consejero del Banco de Andalucía de Grupo Popular y su Hermandad del Transporte le nombró Hermano Mayor Honorario.

Fue también teniente de alcalde, delegado Personal de Fiestas y Protocolo del Excelentísimo Ayuntamiento de Jerez. Por su tamaña capacidad creadora y su gran espíritu de lucha como empresario lo hemos querido traer a estas páginas de LA VOZ para que las nuevas generaciones y los lectores que no lo conocieron sepan de la singular personalidad de este jerezano de pro, que como toda persona admirada fue en ocasiones envidiado, siendo igualmente ensalzado por sus aduladores que denostado por sus detractores, a los que confundía con sus éxitos en todos los campos de la vida, por su carisma y arrolladora personalidad. Como no podía ser menos, Pepe Estévez fue también un hombre sensible a las artes, siendo un gran coleccionista de pintura y antigüedades, las que perfectamente colgadas y puestas en valor se encuentran expuestas en su bodega-museo del Marqués del Real Tesoro, en la que sobresale por su calidad la colección de grabados de Pablo Picasso y la de relojes ingleses del siglo XVIII.

Al retrotraernos al pasado se nos perfila en la memoria cuando muy joven iba a recoger a Isabel, su mujer, al chalet que su suegro Don Juan Puerto tenía en Picadueñas con la que hacía la pareja de novios más bonita de Jerez.

Descendencia

De su matrimonio nacieron siete hijos: José Román, Maribel, Silvia, María Jesús, Juan Carlos, Francisco Javier y Jaime, los que forman una piña en torno al holding que su padre fundó.

Amigo de sus amigos, hombre sociable, de gran capacidad de comunicación, simpatía y don de gentes, su pérdida dejó un gran vacío en diversos ámbitos de la sociedad jerezana y entre los muchos artistas y amigos que tenía tanto en España como en el extranjero. Falleció en febrero del año 2005.