El arte de poner zancadillas inoportunas

Digo casi porque en esta vida no hay nada perfecto. Y el Xerez no iba a ser menos. Porque, la verdad, los hay que parecen empeñados en torpedear la buena marcha del equipo, más allá de los resultados deportivos cosechados en las últimas jornadas, que no deben tomarse más que como normales en una competición tan larga, dura y complicada como la Segunda División. Tampoco hay que olvidar que se ha perdido contra dos de los grandes de la división de plata: la Real Sociedad y el Zaragoza. Cualquier hubiese firmado al principio de temporada perder esos partidos y estar encima de ellos en la clasificación. ¿O no?

Bueno, a lo que iba, que uno tiende a dispersarse con facilidad, y más a estas alturas de la semana. Comentaba que, a pesar de todo, hay quienes parecen empeñados en torpedear la buena marcha del Xerez con acciones o declaraciones inoportunas. Y no me refiero únicamente a las recientes de la alcaldesa en las que anunciaba que hay varias empresas interesadas en comprar el club. Ya me referí a esa metedura de pata la semana pasada. Ni tampoco al episodio del ex presidente Joaquín Bilbao, forzado a dimitir por el mismo.

La propia directiva actual -o parte de ella- de la entidad tampoco está poniendo precisamente las cosas fáciles a plantilla y cuerpo técnico. Porque ya me dirá usted qué es, si no, decir que la salvación del Xerez, ahogado por las deudas y las telarañas en su tesorería, pasa únicamente por el ascenso.

Eso en mi pueblo se llama meter presión. Y mucha. ¿Qué quieren decir con eso? ¿Que desaparecerá si no sube a Primera? En la alta política hay quien dice que el miedo convierte en más manejable a la masa, pero no creo que sea el caso.

A pesar de poder parecer repetitivo, vuelvo a dar gracias a que la parcela deportiva del equipo esté en manos de Esteban Vigo. Es toda una garantía. Y es capaz de ponerle a cada uno en su sitio, con elegancia y sinperder la compostura. Lo hizo con la alcaldesa cuando dijo lo de que había empresas interesadas en comprar el club y lo ha hecho con el vicepresidente Manuel González Gamero, que también se ha lucido esta semana con unas declaraciones en las que deja claro que la entidad no goza precisamente de la estabilidad y unión interna que precisa.

El mismo sudor que puede costarle al Xerez el ascenso ha sido necesario para aprobar definitivamente el nuevo Plan General (PGOU) de Jerez, el documento que marcará el crecimiento y expansión de la ciudad durante un buen puñado de años. Pero al final ha visto la luz y la Junta dio el viernes el visto bueno al último trámite que precisaba para que entre en vigor. Ha sido, sin duda, la buena noticia de la semana, y hay que reconocerle al Gobierno local, a pesar del retraso, el mérito que ha tenido, pues finalmente ha logrado sacarlo adelante a pesar de las zancadillas recibidas, eso sí, algunas de ellas merecidas.

Y, cómo no, Pedro Pacheco también ha vuelto a ser protagonista. Porque su partido, el PSA, le ha abierto un expediente sancionador (será expulsado) y porque el PA ha asegurado que se ha ofrecido a través de un tercero para liderar la candidatura de la formación a la Alcaldía de Jerez. Y eso que aún no ha hablado.