EL JEME

Derecho a vivir

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Muchas personas más cualificadas que yo han hablado y escrito alto y claro sobre el aborto, por eso en este artículo usaré palabras y frases de todas ellas. No necesito citarlas, porque lo que han dicho les ha salido del corazón y éste no entiende de copyrights.

El derecho a vivir es el primero y mas importante de todos los derechos, esencial y troncal de todos los demás lo conceptúa el Tribunal Constitucional, y sin embargo, a través de la práctica del aborto, tal derecho fundamental se niega a millones de seres indefensos. El aborto no es un derecho, nunca lo ha sido, es la muerte cruel, violenta y deliberada de un ser humano y eso no puede ser un derecho.

Es también un drama desgarrador para la mujer que lo sufre y un fracaso colectivo de la sociedad que lo legitima, porque una sociedad que asiste indiferente a la eliminación de 120.000 fetos al año, es una sociedad fracasada y enferma. Es también, desgraciadamente, un negocio multimillonario, el de la industria abortista; empresas, pues me niego a llamarlas clínicas, cuyo objeto mercantil es el holocausto silenciado de millones de inocentes a cambio de una cantidad de dinero. En España el 96% de los abortos se practican en centros privados.

Desde 1985, año en el que se despenalizó el delito de aborto para algunos supuestos, en España han muerto más de un millón de niños antes de nacer; 110.000 sólo el último año. A pesar de ello, al Gobierno no le parece suficiente, por eso va a enviar al Congreso de los Diputados, una propuesta de reforma del Código Penal que despenalice por completo el aborto que se practique en las primeras doce semanas de gestación, convirtiéndolo en un método quirúrgico, brutal y expeditivo de control de la natalidad. Me pregunto: ¿Si las leyes no son capaces de defender a los más desvalidos? Entonces, ¿A quién defenderán?

El aborto no es un derecho, insisto, es una tragedia, que algunos han convertido en un lucrativo negocio, ante la que no podemos permanecer impasibles. No basta con horrorizarnos cuando vemos un video sobre las prácticas abortivas, es necesario movilizarse. Es imprescindible que el poder político que apoya esta reforma entienda que esto es un disparate, que esto no es progresista, que lo verdaderamente progresista es dar valor a la vida humana, sea esta dependiente o independiente, y no dar facilidades para acabar con ella. La mayor corrupción de la libertad consiste en ejercerla para defender la muerte como derecho.

No podemos permanecer callados, por ello le pido que se una al proyecto Derecho a Vivir, una plataforma independiente de ciudadanos dispuesta a parar la masacre del aborto. Este domingo están convocadas concentraciones pacíficas en toda España, en Cádiz, en El Puerto, en Jerez, asista, si usted no va, nadie irá por usted. Millones de seres humanos por nacer necesitan que alguien les defienda. No permita que ninguna ley imponga la muerte frente a la vida. Paremos esta ley de plazos y salvemos vidas humanas que no pueden defenderse por sí mismas. Le esperamos.