ESPAÑA

Forenses turcos para desvelar el enigma de las indentificaciones

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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El fiscal Fernando Burgos, que mantuvo una actitud muy pasiva durante la investigación judicial abierta tras el siniestro del Yakolev-42, parece ahora decidido a apurar en la vista oral todas las posibilidades de averiguar qué pasó con la identificación de los cuerpos de los fallecidos en el accidente aéreo.

Su rectificación de ayer incluyó una segunda petición, la declaración por videoconferencia de los funcionarios turcos que llevaron a cabo la recuperación de los cadáveres y su entrega a las autoridades españolas en la ciudad de Trabzon.

Se trata de los médicos forenses y biólogos Bülent Sam, Omer Müslümanoglu, Hüseyin Afsin y Fatih Akyüz. Los cuatro trabajaron junto al equipo del general médico Vicente Navarro en el lugar de los hechos.

El fiscal cree que su declaración es relevante para esclarecer las contradicciones entre testigos y acusados sobre las labores de observación y toma de notas en la morgue turca, así como pare determinar si es cierto que «autoridades turcas» detectaron que una treintena de cadáveres estaban sin identificar.

El fiscal Burgos solicitó también la comparecencia de su colega turco Burham Cobanoglu. En su condición de fiscal, y dada la estructura judicial del Estado otomano, fue la «máxima autoridad» judicial presente en Trabzon tras estrellarse el avión.

Por último, Burgos reclamó el testimonio del director del Instituto Forense de Estambul, Keramettin Kurt, que llevó a cabo los primeros exámenes forenses a los cadáveres.

En las primeras sesiones del juicio, el principal acusado, el general Vicente Navarro, sus subordinados y el cónsul de España en Estambul pusieron de relieve las trabas de las «autoridades turcas», a las que incluso responsabilizaron de los errores en la filiación de algunos cuerpos.

El interrogatorio de algunos de estos profesionales turcos ya había sido solicitado por los familiares, pero el tribunal entendió que, en todo caso, deberían hacerlo como peritos, extremo que no consideró necesario. Ahora, el desarrollo del juicio y la rectificación fiscal pueden cambiar las tornas.