A LA INTEMPERIE. Sentadas en sillas y con mantas, así pasan las noches. / CRISTÓBAL
Jerez

Una de las mujeres acampadas abandonó ayer la protesta

El Ayuntamiento les ofreció un recurso social para alojarlas La otra afectada permanece a las puertas del Consistorio

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Una de las mujeres acampadas a las puertas del Consistorio desde el pasado miércoles -Inmaculada González- ha aceptado la propuesta del Ayuntamiento de Jerez para solucionar su demanda de alojamiento y pasó esta última noche en su casa. Sobre esta madre de familia pesa una orden de desahucio que se ejecutará el próximo día 30, debido a que no puede hacer frente al pago del alquiler. «Le hemos ofrecido a las dos un dispositivo social mientras diagnosticamos su situación», explicó ayer el director del Área de Políticas Sociales y del Mayor, José Manuel Jiménez, tras entrevistarse con las afectadas. «Pueden alojarse en el albergue juvenil o en un hostal, al igual que han hecho otros ciudadanos cuando lo han necesitado», añadió.

Inmaculada -con la que este periódico no consiguió ayer ponerse en contacto- recurrirá a esta solución si antes del día 30 no hay otra alternativa, por ejemplo, una vivienda de emergencia. «Hay que ver si ellas encajan en esta necesidad. De momento no hay ninguna disponible», apostilló el responsable municipal.

Inmaculada González tiene solicitada una vivienda y está incluida en la lista municipal. Lidia Florido, por el contrario, ha formalizado su petición de una vivienda social esta misma semana y «hay que baremar su caso. Hay otras 2.300 familias con esa demanda», puntualizó Jiménez. «Vamos a otorgar las viviendas por un criterio igualitario y democrático. Las políticas urbanísticas de la ciudad han sido como han sido y ahora no disponemos de viviendas sociales. Las tenemos que construir. No se pintan de un día para otro», continuó el responsable. «Es una decisión personal y Lidia ha dicho que no, que quiere una vivienda. La tendrá en función de su puntuación porque no podemos saltarnos el baremo, no vamos a darlas a dedo», explicó.

Jiménez recordó que las dos familias están atendidas por los servicios sociales del Ayuntamiento «por lo que no son casos desconocidos para nosotros. No podemos ofrecerles una vivienda porque no la tenemos».

El responsable del área municipal insistió en que «a las dos se les ha ofrecido lo mismo, para poder estudiar sus casos. Estamos dando respuesta a sus necesidades».

«Seguiré aquí»

Lidia, madre de tres hijos de corta edad, pernoctó de nuevo ayer a las puertas del Ayuntamiento acompañada por familiares y no piensa lo mismo. «A mí me han ofrecido el albergue indefinidamente y hablar el lunes con el trabajador social. No me han dicho que se pueda arreglar lo de la vivienda, como a ella», aseguró sintiéndose en desigualdad con la que ha sido su compañera durante dos noches a la intemperie. «Sigo aquí y no pienso moverme, como Chanquete», dijo ayer con simpatía, a pesar de la difícil situación que está atravesando. Mientras, son numerosos los jerezanos que se siguen acercándose hasta la calle Consistorio a ofrecerles su firma en señal de apoyo. «Estamos recogiendo muchas», dijo.

La alcaldesa de la ciudad, Pilar Sánchez, también hizo alusión ayer a la protesta emprendida por las dos mujeres jerezanas. Explicó que «el Ayuntamiento no está de brazos cruzados sino aportando soluciones» y que «se están promoviendo 2.000 viviendas pero no hay varitas mágicas».

vmontero@lavozdigital.es