Solbes avisa de que en el sistema bancario no habrá sitio para entidades insolventes

El Gobierno no se apiadará de los bancos insolventes o que se hayan comportado de forma irresponsable. El vicepresidente segundo, Pedro Solbes, avisó ayer de que el Ejecutivo sólo acudirá con dinero público al rescate de entidades que juegan «un papel fundamental» en el sistema financiero y que han actuado «de forma correcta en cuanto al saneamiento de sus cuentas».

Aquellas que sean incapaces de «mantener su solvencia y sanear sus balances», detalló el ministro de Economía, tendrán que «dejar de ser jugadores» para «no generar distorsiones en el sector público». Una advertencia que cabe asimilar, según los analistas, a algunas soluciones por absorción o fusión. Hasta ahora el único caso de fusión es el protagonizado por Unicaja y Caja Castilla-La Mancha, operación que lleva implícito el rescate de la entidad castellano-manchega.

Solbes hizo estas afirmaciones durante su participación en el V Foro Hispano Alemán, donde equiparó la difícil situación que vive el sector financiero con una discapacidad física temporal. Explicó que «en silla de ruedas se va muy cómodo», pero eso no ayuda a volver a andar. Por eso, abogó por proporcionar «muletas» a la banca para que empiece a caminar y restablezca el normal funcionamiento de los mercados.

El apoyo público a la banca, detalló el ministro, deberá articularse a través de los instrumentos tradicionales como el Fondo de Garantía de Depósitos y podría «reforzarse con aportaciones temporales» por parte del Estado, que actuaría como «prestamista» y sin participar en la administración de las entidades. Solbes tampoco descartó las recapitalizaciones, si aún así fueran precisas.

Cumbre del G-20

Ante el ministro de finanzas de Alemania, Peer Steinbrück, el vicepresidente económico agradeció el apoyo del Gobierno germano al ingreso de España en el Foro de Estabilidad Financiera, que volverá a reunirse en Londres el próximo 2 de abril en el marco del G-20 para impulsar reformas en el seno del sistema financiero y buscar soluciones a la crisis.

Por la tarde, Solbes y Steinbrück viajaron juntos a la capital británica para asistir a una reunión preparatoria de la cumbre de abril. Solbes avanzó que ese cónclave debe servir para lograr una regulación del sistema «que alcance a todos los productos y territorios», y para «descartar» definitivamente cualquier tentación de impulsar políticas que «pongan obstáculos a la integración internacional bajo la falsa excusa de defender la economía nacional». Medidas proteccionistas que «conducirían al fracaso», subrayó.

El vicepresidente también aludió a los números rojos que atenazan las cuentas públicas del Estado. Defendió la política fiscal expansiva en el gasto del Gobierno, pero abogó por retornar cuanto antes a unos niveles de déficit y de deuda pública que no vulneren los máximos establecidos por la Unión Monetaria. «Tan perjudicial es no usar el margen de déficit para proteger la demanda como excedernos entrando en una senda de deuda y de déficit insostenible». «Hay que buscar el equilibrio», recalcó.

En ese sentido, el ministro de Economía aseguró que el Gobierno mantiene el compromiso con la sostenibilidad fiscal a medio plazo. «En 2010, si tocamos fondo en la crisis, como nos gustaría, hay que comenzar el proceso de ajuste y reducir el endeudamiento claramente por debajo del 60%» del PIB, límite establecido en su día por el tratado de Maastricht como referencia de estabilidad para poder entrar a formar parte del euro.

Solbes defendió el papel jugado en esta crisis por la moneda única, que «se ha convertido en el gran elemento de protección». Frente a quienes pronostican su abandono por algún país, aseguró que «se están produciendo demandas adicionales para acceder al euro lo antes posible y disfrutar de esa protección».