La entrada del colegio ha amanecido sembrada de velas, flores, carteles y muñecos de peluche para recordar a las víctimas. / Afp
dejó 15 muertos

La Policía dice ahora que el asesino de Winnenden no avisó de la masacre en Internet

Las autoridades aseguran que los mensajes publicados en un chat horas antes de que el joven asesinara a 15 personas y se suicidara no se realizaron desde su ordenador

BERLÍN Actualizado: Guardar
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Las autoridades han revelado que el mensaje publicado en Internet en el que el joven que asesinó a quince personas en Alemania anunciaba sus intenciones de llevar a cabo una masacre, es falso. Los transtornos psíquicos y el fácil acceso a las armas fueron, hasta donde se sabe, la combinación fatal que desencadenó la matanza escolar perpetrada por el joven alemán de 17 años que asesinó a tiros a 15 personas entre su ex-colegio de Winnenden (cerca de Stuttgart) y un aparcamiento de Wendlingen, y después se suicidó.

Mientras Alemania entera busca explicaciones a la tragedia, los investigadores se han visto en el trance de tener que rectificar las informaciones dadas horas antes por el ministro de Interior de Baden Württemberg, Heribert Rech, según las cuales el muchacho había anunciado en Internet su propósito de "convertir en una barbacoa" su antiguo colegio. "Estoy harto de esta vida" y "nadie reconoce mi potencial", fueron algunas de las frases que aparecieron en un chat la madrugada de la masacre y que en un principio, se atribuyeron al asesino.

Pero ahora se ha hecho público que esa información es errónea, puesto que el mensaje hallado en un chat, aparentemente dirigido por el asesino a un amigo, no salió de su ordenador. Esta rectificación ha sumado una mayor confusión a una jornada marcada por la conmoción y las informaciones que completaban el "retrato robot" de su autor, un muchacho de buena familia con acceso al arsenal legal de su padre, al que solía acompañar al club de tiro.

La población alemana está conmocionada por el suceso, que terminó con la vida de 16 personas incluido el asesino, que acabó suicidándose al verse acorralado por la policía en Wendlingen tras una huida de 40 kilómetros. Docenas de psicólogos se han desplazado hasta la pequeña ciudad de Baden-Württemberg para atender a los estudiantes y familiares de las víctimas del colegio Albertville, donde Tim Kretschmer, vestido con un uniforme paramilitar negro y armado con una pistola Beretta asesinó a nueve adolescentes y tres profesoras.

El ministro de Educacion de Baden-Württemberg, Helmut Rau, ha realizado un llamamiento a los directores de los centros de estudios de toda la región para que dediquen parte de su horario a hablar con sus alumnos sobre la terrible masacre y a recordar a las víctimas de la misma. Según ha advertido Rau, no se descartar descartar la posibilidad de que surjan otros jóvenes con ganas de emular al adolescente asesino y de que se produzcan a lo largo de esta misma jornada falsas alarmas sobre posibles atacantes de centros educativos.

Los heridos, fuera de peligro

Los nueve heridos que se encuentran hospitalizados por los disparos recibidos durante los distintos tiroteos se encuentran fuera de peligro. Se trata de cinco estudiantes, dos profesores y dos policías, estos últimos alcanzados por las balas del adolescente en el tiroteo final en el aparcamiento de un concesionario de automóviles, en cuyo interior mató a sangre fría a un vendedor y un cliente.

La víctima número 15 de la masacre fue un jardinero que trabajaba en un parque público de Winnenden y que resultó alcanzado mortalmente por los disparos del adolescente cuando acababa de cometer la masacre en el colegio y huía a pie hacia el centro de la localidad.

Velas en el lugar de la masacre

Cientos de personas acudieron anoche a la iglesia de San Carlos Borromeo de Winnenden para celebrar un primer funeral en memoria de las víctimas, en un acto en el que se vivieron escenas dramáticas y en el que los equipos sanitarios debieron atender a numerosas personas conmocionadas.

La entrada del colegio, que permanecerá cerrado en las próximas jornadas, ha amanecido sembrada de velas, flores, carteles y muñecos de peluche para recordar a las víctimas de la inexplicable masacre. Mientras tanto, varios psicólogos han exigido el cierre definitivo del colegio Albertville, ya que, a su juicio, sus alumnos nunca podrán estudiar en el mismo sin recordar los terribles acontecimientos.

"No bastará con pintar las paredes, ya que el colegio se ha convertido en el lugar de un crimen. Nunca más debe darse clase en él", afirmó en unas declaraciones al rotativo "Neunen Presse" el experto en traumas Christian Lüdke, que en 2002 atendió a los estudiantes del instituto Guttenberg de Erfurt, donde otro adolescente asesinó a 16 jóvenes antes de quitarse la vida.