Cartas

Centenario

Hace ahora cien años nació en Puerto Real Juan Jiménez Rodríguez, inolvidable hombre que hizo de su trabajo en el mundo del metal los mejores momentos de su vida. El popular nombre de Juanito Jiménez fue y será un motivo de meritorio orgullo para nuestra Villa.

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A Jiménez Rodríguez, le recuerdo hablar con entusiasmo ejemplar de su oficio con desmedido afán e ilimitada alegría. Juan hizo caso omiso de quienes sólo ven en la labor una forma de salir del paso lo antes posible. Trabajando exhaustivamente, hizo suya la frase de Horacio: «El placer que acompaña al trabajo pone en olvido la fatiga». Fue la imagen fiel del auténtico trabajador. Su taller, era el hogar de todos los convecinos de Puerto Real y fuera de él. Su mono azul fue su singular atuendo cotidiano, característica de su personalidad y sempiterna disposición laboral. Alumno de la Escuela de los Hermanos, el fallecimiento de uno de sus padres, con seis hermanos a su cuidado le obligaron a ser el cabeza de familia a temprana edad. Aprendiz aventajado en Matagorda a los 15 años, gracias a sus méritos fue Oficial de 1ª en la Maestranza de San Fernando. Siendo trabajador autónomo, fue movilizado durante la guerra en San Quintín, allí tuvo su primera empresa. De Matagorda recordaba a sus maestros Armenta y Montero, teniendo Carta del artesano desde agosto de 1948. En sus escasas horas de asueto destacó al ser el primer presidente de la veterana peña flamenca en su localidad. Llenó toda una importante época en la historia de la ciudad de entrega a sus convecinos sencillamente insuperable. ¿Oh tempos, oh mores!

Alfonso Aguirre Cabezas.P. Real