CÁDIZ

Graves incidentes en Astilleros y regreso del Cádiz CF a Primera

Aquel verano de 1983, en el que poetas de renombre y jóvenes promesas de la lírica compartían escenario en Diputación, otros acontecimientos sacudían a la opinión pública. Si tan sólo un mes antes graves incidentes en Astilleros recrudecían la negociación del convenio colectivo; en julio un joven moría desangrado en la playa de La Caleta a consecuencia de una brutal pelea. Al parecer el trágico suceso comenzó con una riña entre dos jóvenes en el bar El arrecife, situado en el camino que conduce al castillo de San Sebastián. A la salida, uno de ellos fue herido de muerte por un navajazo en el vientre. Una tragedia que conmocionó a los gaditanos.

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No obstante, el verano de 1983 trajo otras noticias menos escabrosas. El 9 de agosto, los bañistas de la playa Victoria observaban con estupor cómo el Ayuntamiento cerraba trescientos metros de playa -en la zona comprendida entre Isecotel y el cementerio- al comunicar Sanidad que el agua estaba contaminada. El Consistorio colocó carteles y banderas que prohibían el baño e informaban del riesgo. Tal y como señalaba la prensa de la época, el origen de la contaminación se debía a una conexión clandestina al emisario general de aguas fecales. Los gaditanos, indignados, tuvieron que soportar además los malos olores desprendidos del zooplacton que las mareas depositaron en la arena.

En cuanto a la política municipal, esa primavera Carlos Díaz conseguía un nuevo triunfo en las elecciones. Su candidatura socialista obtuvo 18 concejales, mientras la conservadora, encabezada por José Antonio Gutiérrez Trueba, obtuvo 8. Por esas fechas, dos iglesias de Cádiz sufrieron robos sacrílegos de madrugada. En la parroquia de San Lorenzo, la imagen de la Virgen de los Dolores fue desplazada de su sitio y se le arrancó el corazón de plata sobredorada con los siete puñales característicos y diversa pedrería. Dos días después, el afectado fue el oratorio de la Santa Cueva. Al final, restos de estos robos aparecieron en la Zona Franca y los técnicos señalaron la poca pericia de los ladrones, que se llevaron objetos de poco valor.

Sin duda, la mayor alegría de los gaditanos por aquellos días de 1983 fue el nuevo ascenso del Cádiz CF a Primera División. El triunfo frente al Elche en el estadio Carranza y las derrotas del Mallorca y Coruña propiciaron el regreso del equipo cadista a la División de Honor. Para festejarlo, hubo champán y bailes por tanguillos en el vestuario.