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«Esto no da ni para comer»

Manuel Varo, patrón de 'El Piloto', uno de los cerqueros de Barbate que han vuelto a faenar tras el paro biológico, espera que las capturas vayan en aumento

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Manuel es el patrón de El Piloto, uno de los 31 barcos de cerco con sede en el puerto de Barbate, que acaba de reiniciar la pesca de boquerón y sardina tras tres meses de paro biológico. Su análisis de la situación es pesimista, pero aún así mantiene la esperanza. «Si seguimos así no podremos ni comer. Esperamos que dentro de unos días el agua esté algo menos fría y veamos más peces», apunta. Y es que la primera jornada de trabajo en alta mar no tuvieron ayer los resultados esperados. Apenas 70 cajas de pescado en lonja, doce horas de trabajo a destajo, y la esperanza de cientos de marineros esparcidas entre las olas.

«Yo creo que lo que pasa todavía es que el agua está muy fría con los temporales y la cantidad enorme de lluvia y agua de monte que ha llegado este invierno a la mar», explica el patrón. Esta situación podría estar haciendo que los peces «se vayan más abajo, buscando aguas más cálidas, y por eso no entren en nuestros aparejos», prosigue Manuel Varo.

De cualquier forma, y aunque la primera impresión de cómo se presenta la temporada de pesca no ha sido nada alentadora, en el ánimo de estos marineros está el seguir intentándolo a diario, más que nada porque de ello depende su subsistencia. «La verdad es que esto pinta muy mal», insiste este barbateño, con más de quince años de experiencia en las tareas pesqueras en alta mar.

Resignados desde hace años a la disminución de capturas, sobreviven con temporadas de pesca cada vez más cortas, y piensan a menudo en dejarlo. «Sí, a todos se nos pasa por la cabeza, pero al final vuelves porque muchas veces no puedes hacer otra cosa. De nosotros dependen muchas bocas», matiza. «Algunos piensan que hemos salido muy precipitadamente, pero a partir de mañana (por hoy), saldremos a faenar a las siete de la tarde, a ver si hay más suerte y traemos más pescado», augura Manuel.

Su labor pesquera se prolongará en jornadas de diez y doce horas de navegación, recogida de aparejos, y vuelta a tierra firme. Cuando las embarcaciones regresen a puerto con las capturas del día, éstas se subastarán en la lonja como ocurrió ayer tras 180 días de paro en la actividad de la flota de cerco.