En la imagen, Manex Castro, el presunto etarra detenido esta madrugada./ TVE
lucha antiterrorista

Detenido en Villabona un presunto etarra relacionado con la colocación de dos bombas-trampa en Hernani

El arrestado en la localidad guipuzcoana, Manex Castro, que estaría implicado en el atentado contra la Ertzaintza en el monte Santa Bárbara, podría estar preparando otro ataque de manera inminente

SAN SEBASTIÁN Actualizado: Guardar
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Agentes de la Ertzaintza han detenido en la localidad guipuzcoana de Villabona a un presunto miembro de la organización terrorista ETA del que se sospecha que está relacionado con la colocación de las dos bombas-trampa contra la policía vasca perpetrado el 16 de enero en Hernani.

El detenido, identificado como Manex Castro Zabaleta, de 24 años, sería, supuestamente, miembro "legal", no fichado, de la organización terrorista, según fuentes de la investigación. Aunque no tiene antecedentes policiales, Castro, que forma parte de la asamblea juvenil Onddo, de Villabona, era conocido por los servicios policiales por haber realizado visitas en las cárceles a varios miembros de ETA, entre ellos al que fuera uno de los principales dirigentes de la banda terrorista, José Javier Zabaleta Elósegui, alias 'Baldo', en prisión desde 1990.

La pista que llevó a la identificación de Castro Zabaleta como supuesto miembro de ETA salió de las investigaciones realizadas por la Ertzaintza tras el atentado del monte Santa Bárbara, de Hernani, el 16 de enero. Uno de los hilos de la investigación condujo hasta Manex Castro que fue sometido a vigilancia por los agentes de la unidad antiterrorista de la Ertzaintza.

Encontrado material para explosivos

Durante más de un mes, los ertzainas estuvieron vigilando las idas y venidas de Castro sin que en este tiempo hubieran detectado ningún comportamiento sospechoso. Esta pauta de actuación se rompió anoche cuando los agentes le vieron salir de su casa y arrojar algunos efectos en un contenedor de basura.

Los policías recogieron lo que había arrojado el presunto etarra y descubrieron que se trataba de unos guantes de latex con restos de polvo de aluminio, un plástico con restos de la misma sustancia y otra bolsa con una etiqueta con la palabra nitrometano, según fuentes de la investigación. Los agentes sospecharon entonces que podían ser los restos del material utilizado en la confección de una bomba. La alarma se encendió al detectar el nitrometano ya que se trata de un producto muy volátil que se emplea en las mezclas explosivas cuando éstas van a ser utilizadas, ya que si no pierde su efecto.

Esa circunstancia hizo creer que el sospechoso había fabricado una bomba que iba a ser empleada de forma inmediata. Ante la urgencia de la situación se informó al juez de guardia de la Audiencia Nacional que autorizó el arresto de Castro. Posteriormente, se ha averiguado que el material arrojado a la basura eran restos de una bomba ya utilizada, tal vez de las del monte Santa Bárbara.

La captura del presunto miembro de ETA se habría producido en un bar de la localidad guipuzcoana de Villabona hacia las tres de la madrugada. Además, con mandato judicial, la policía registró la vivienda de Castro en Villabona y también otro domicilio de su familia en Hernani donde se encontraron dos temporizadores fabricados por ETA, cordón detonante y restos de nitrometano, una sustancia que sirve de combustible de aeromodelismo, pero que es empleada por la banda terrorista para reforzar sus artefactos explosivos.

Atentado contra la Ertzaintza

La Policía vasca sospecha que el detenido es miembro de un comando "legal" de ETA en el que estarían integradas otras personas, por lo que se está trabajando en la identificación y localización de los otros componentes de la célula terrorista. No obstante, no se descarta que se hayan dado a la fuga.

El atentado del monte Santa Bárbara tuvo lugar el 16 de enero y se trató de una trampa destinada a los agentes de la Ertzaintza. Los terroristas colocaron una bomba compuesta por ocho kilos de amonitol en un repetidor de televisión situado en el monte. A la una de la madrugada el artefacto hizo explosión con la finalidad de atraer a los ertzainas a la zona. Sin embargo, los agentes establecieron un cordón de seguridad amplio sin acercarse al recinto a la espera de que se hiciera de día ante el temor de que se tratara de una trampa, como así fue.

Por la mañana, al inspeccionar la zona, encontraron una mochila cargada con una bomba con diez kilos de amonitol y dos de metralla. Un sedal cruzaba el camino que tenían que recorrer los policías para llegar al repetidor de forma que al ser arrastrado activara la bomba. Una segunda mochila con otros ocho kilos del mismo explosivo se encontraba en las inmediaciones con un doble sistema de activación: mediante sedal y un temporizador programado para las 3.30 horas.

La primera explosión era una cebo para atraer los agentes a la zona con el objetivo de que tropezaran con la primera mochila y provocaran su explosión. La segunda mochila estaba preparada para alcanzar a quienes acudieran a socorrer a los gentes alcanzados por la primera trampa.

El arrestado ha sido trasladado a dependencias de la Ertzaintza y será puesto a disposición judicial una vez ultimadas las diligencias policiales.