CRÍTICA DE TV

Españoladas

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a Primera estrenó el lunes la serie de Corbacho y Cruz Pelotas. Es el tercer estreno de campanillas en materia de ficción española en el breve plazo de una semana, después de Águila roja (Globomedia para TVE-1) y Doctor Mateo (Notro para Antena 3). El fracaso de A ver si llego, lo de Moreno en Telecinco, podía habernos hecho pensar que el privilegiado estatuto de las series españolas en materia de share había llegado a su fin. Los estrenos mencionados señalan lo contrario: Águila roja y Doctor Mateo han sido dos éxitos extraordinarios. Pelotas, lo de Corbacho, no ha igualado la marca, pero tampoco ha ido mal: casi tres millones y medio de espectadores y una cuota del 17,6%, o sea, lo mismo que tenía a la misma hora Mira quién baila. Por cierto: a propósito de Doctor Mateo, hubo algo que el otro día ni siquiera mencioné aquí y que, sin duda, debió haberse subrayado. Se trata de la asombrosa similitud entre este producto y Doctor en Alaska. Uno tiene el privilegio de contar con lectores más listos que uno mismo, así que, nobleza obliga, me limitaré a transcribir lo que a este respecto me ha escrito un lector. Cito textualmente: "Me extraña que no te hayas dado cuenta de que los guionistas no han hecho otra cosa que plagiar descaradamente Doctor en Alaska pasándolo por el habitual filtro cutre-hispánico. Fíjate en los paralelismos: doctor venido nada menos que de Nueva York (ni se han preocupado de hacerle venir de Madrid) a un pueblecito aislado (Cicely-Asturias) donde la gente, además de rural, es bastante peculiar. Tiene una consulta en cuya recepción la gente se le agolpa con tonterías. Las enfermedades que padecen son extrañas. Tiene una recepcionista con la que discute (Marilyn) y una pava con la que se adivina una tensión sexo-odio que servirá de hilo central (Maggie O'Connell). El ricacho local es un ex-militar, como Maurice Minnifield. El sitio de reunión del pueblo es un bar regido por un tipo bronco, como el Brick de Holling Vincoeur. Y, para colmo, la radio local tiene un papel central, como la K-Bear de Cicely. La verdad es que no se han escocido". Habló Blas, punto redondo.