MARQUESADO. Los vecinos creen que la carretera no puede absorver más tráfico. / LA VOZ
Chiclana

La autovía de las dudas

Los vecinos del Marquesado desconfían de los planes municipales de desviar gran parte del tráfico por esta zona

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El Ayuntamiento anunció la pasada semana que las obras del tranvía y de la Ronda Oeste se ejecutarían de manera simultánea en algunos tramos, lo que obligaría a reconfigurar el tráfico en la ciudad. Desde ese momento, se han ofrecido varios proyectos de las carreteras alternativas que el Consistorio, en colaboración con la Junta, pretende habilitar para que los casi 9.000 vehículos que atraviesan el núcleo de El Pájaro y la plaza de Andalucía, tengan una vía de paso cuando el tranvía corte Mendizábal al tráfico.

Sin embargo, poco se ha dicho de uno de los principales proyectos, que se contemplan y que pasa porque la avenida de El Marquesado y Cañada de Los Barrancos, se conviertan en la salida natural para los coches que se dirigen a Huerta del Rosario, El Arenal, calle Ancha y parte del diseminado de Majadillas y calle Calvario.

De hecho, la delegada de Fomento y principal impulsora de estas medidas alternativas, que ella presentó al PSOE en su día como condición indispensable para apoyar el trazado urbano del tranvía, María Ángeles Polanco, tampoco parece tener muy claro si esas vías lograrán absorber, al menos, un tercio de los vehículos que no puedan atravesar Alameda Solano hacia calle Ancha y viceversa en el futuro. La postura oficial es que «la puesta en valor y ampliación de estas carreteras permitirán, junto a la Ronda Oeste, que el tráfico del centro se elimine». Los cálculos que realiza el Ayuntamiento son que la puesta en funcionamiento del tranvía absorberá 6.000 vehículos al día, y que el resto de conductores utilizarán la Ronda Oeste o Urbisur para ir a la costa, y El Marquesado para llegar a las urbanizaciones de La Banda.

En estos momentos, ni la avenida de El Marquesado ni la Cañada de Los Barrancos están preparadas para recibir miles de vehículos y que las obras de mejora no supondrán ampliaciones importantes de los viarios.

«Aquí ya hay problemas de tráfico todos los días», reconoce David Valverde, presidente de la Federación de AAVV Chiclana Norte, que comparte opinión con otros colectivos del entorno como la AVV Los Llanos de San Vicente, cuyo portavoz, Juan Saucedo, critica «la falta de señalización y de seguridad en algunos carriles». Algo similar piensa también la oposición; el ex delegado de Urbanismo, José Pedro Butrón, cree que «Los Barrancos no soportaría cinco o seis mil coches más», augura.

Travesías urbanas

El proyecto de vías alternativas, aún en elaboración, no incluirá una ampliación a cuatro carriles en ningún tramo. Se trata sólo de mejorar el asfaltado, construir acerados y pasos de peatones y potenciar la señalética en el tramo Venta Agustín-Marquesado. En Los Barrancos, y hasta su desembocadura en El Fontanal, la actuación será de conversión de la carretera en travesía urbana.