PROYECTO. Entrada a la ciudad por la calle Montañeses de La Isla, por donde pasará el tranvía. / C. C.
SAN FERNANDO

Los expropiados del tranvía se niegan a abandonar sus casas sin un «trato justo»

Denuncian que no hay un pago «equitativo» de las indemnizaciones Pese a recibir un primer desembolso, no han firmado el acta de ocupación

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Los expropiados del tranvía no están dispuestos a marcharse de sus casas y sus negocios sin obtener lo que ellos consideran «un trato justo». Hace tan sólo unos días la Junta de Andalucía realizó el ingreso previo de las indemnizaciones, la mitad de lo que la Administración regional ha tasado por los inmuebles y que se sitúa en torno a los 500.000 euros. Una acción por la que, legalmente ya se pueden ocupar los terrenos. Sin embargo, todavía se está lejos de alcanzar un acuerdo.

La falta de consenso existente entre las partes hizo que la mayoría de los expropiados no firmara el acta de ocupación, dificultando que los terrenos pasaran a ser propiedad de la Junta. A esto hay que añadir que los afectados tienen interpuesto en el Tribunal Superior de Justicia un contencioso contra la actuación del tranvía, en el que piden como medida cautelar que no se lleven a cabo las expropiaciones hasta que se certifique la idoneidad del proyecto actual.

Sobre todo la necesidad de derribar unos inmuebles que están situados en una de las zonas más anchas de la calle Real por lo que, como expone Javier Bey, uno de los afectados, «no se entiende que tengamos que dejar nuestros negocios o casas porque no pueda pasar el tranvía porque aquí caben por lo menos tres». «Lo que pasa que es una zona que choca con el entorno porque lleva muchos años sin cambio y ha visto cómo edificios de gran altura se han situado alrededor y urbanísticamente no queda bien», añade.

Pero Bey da un paso más y advierte que «nos atrincheraremos como si fuera un búnker si es necesario, porque no nos iremos sin un trato justo». De hecho, los expropiados están buscando la comprensión de otras entidades, y hace unos días mantuvieron una reunión con la Federación de Vecinos porque «nuestra intención es lograr más apoyos». «Sabemos que cuando se firmó el primer pago de las indemnizaciones hubo tensión ya que a la Junta no le gustó que no se firmara el acta de ocupación; pues que sepan que estamos dispuestos a llegar a más», insistía Bey. También denuncian que no ha habido un trato equitativo «dando más dinero a viviendas con los mismos metros que otras».

Aseguran que con el dinero actual no «podemos iniciar la actividad, por lo que deberán esperar a que esté todo el dinero para echarnos», afirma Francisco Cruz, que es dueño de un laboratorio de prótesis dentales. Cruz expone que «tampoco es que pidamos gran cosa si se tiene en cuenta que solicitamos algo que nos parece lógico, por ejemplo en mi caso no se cubren ni los gastos del traslado».

Teresa Lucía Caro lleva casi un año pagando dos locales porque «cuando me enteré cogí uno que está aquí detrás para no perder a mis clientes; ahora, sólo pido agilidad con las licencias porque hemos pasado meses sin dormir». Esta peluquera afirma que todavía «tenemos el temor de no saber cuándo nos querrán echar».