ACUERDO. El consejero delegado de Enel, Fulvio Conti (i), y el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, en un acto celebrado en mayo de 2008 en Madrid. / EFE
Economia

Endesa, nueva eléctrica italiana El final pactado de la 'gran opa' La Oficina de Defensa del Consumidor energético arrancará antes de julio

Acciona vende a Enel su 25%, con 1.800 millones de plusvalías y el refuerzo de su filial de renovables

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El consejo de administración de Endesa, reunido a última hora de la tarde de ayer, conoció la compraventa anticipada por parte de Enel a Acciona de las acciones de Endesa en poder del grupo español de la construcción y los servicios, en una transacción cuyo importe asciende a 11.107 millones de euros. Con su comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, ya en la medianoche de ayer, los administradores de la eléctrica dieron carácter oficial al 'divorcio' entre los dos socios.

En el hecho relevante remitido al regulador, la eléctrica informa también de que, en el plazo de seis meses, procederá a vender a Acciona una serie de activos de generación eólica e hidráulica de Endesa en España y Portugal por un precio total de 2.890 millones de euros.

El conjunto de activos que Acciona adquirirá a Endesa -según concretaron ambas compañías- está compuesto por 1.248 MW de energía eólica (1.154 MW en España y 94 MW en Portugal); 175 MW de energía minihidráulica; y 682 MW de hidráulica convencional. Estos últimos activos están ubicados en las cuencas hidrográficas de los ríos Cinca, Gállego y Aragón. El personal de Endesa que trabaja en las instalaciones objeto del acuerdo, en torno a un centenar de personas, se incorporarán a Acciona con todos sus derechos. Finalmente, el consejo de Endesa adoptó el acuerdo de abonar a los accionistas un dividendo a cuenta de los resultados del ejercicio 2008 por importe bruto de 5,897 euros por acción, cantidad que se hará efectiva el próximo 16 de marzo.

La operación requiere la aprobación de Bruselas -que no pondrá pegas al tratar por igual a las empresas públicas o privadas y exigir únicamente reciprocidad de trato entre países, lo que no está en cuestión en el caso de Italia-, y el visto bueno de las autoridades españolas. Por boca de la vicepresidenta primera del Gobierno han quedado disipadas algunas dudas. María Teresa Fernández de la Vega declaró, al término del Consejo de Ministros, que el Ejecutivo mantendrá una posición neutral, sin interferir en decisiones empresariales, «siempre que se respeten todos los requisitos de los organismos reguladores y se garantice la seguridad del suministro». Y es que la Comisión Nacional de la Energía, finalmente, aún mantiene entre sus competencias la de examinar la operación por su incidencia en la actividad de una empresa con actividad regulada. En el punto de mira de la Comisión Europea -el Tribunal de Luxemburgo ya se ha pronunciado en contra- esta función no ha sido ejercida por el regulador español en casos recientes como la compra de Unión Fenosa por Gas Natural.

Dos actores

El decisivo cambio en el control de Endesa, sumado al visto bueno que Gas Natural ha obtenido para hacerse con Unión Fenosa en condiciones asumibles, provocará un cambio significativo en el mapa energético español, donde ya se perfilan dos actores nacionales: el grupo liderado por la gasista, que finalmente ha conseguido una cuota significativa en el mercado eléctrico, y el constituido por Iberdrola, con una dirección nada dispuesta a dejarse desbancar. Las piezas del puzzle no se han ajustado por completo, porque ACS, accionista de Iberdrola y de Fenosa, planea destinar el grueso de los fondos obtenidos de la venta de su participación en Fenosa a reforzar su presencia en la hoy primera eléctrica española.

Despejados los últimos flecos del acuerdo Enel-Acciona -para garantizar una transición pacífica, se han pactado desde la continuidad del presidente Juan Manuel Entrecanales durante casi un mes hasta los plazos en los que Acciona cobrará su dinero-, a última hora del viernes se reunió finalmente el consejo de Endesa, que acordó la distribución de un dividendo total por importe de 6.200 millones de euros, procedente en buena parte de los ingresos obtenidos por la venta de activos de Endesa a la alemana E.On.