El ex portavoz del PP amenaza con demandar a Loaiza por calumnias

La guerra abierta que se ha desencadenado en Medina Sidonia entre los dos concejales que el Partido Popular (PP) tenía en la localidad, y que han abandonado la disciplina del partido, y la dirección provincial del partido ha terminado por salpicar al Partido Socialista. Ambos concejales aseguran que el alcalde de la localidad, Francisco Carrera, comete «irregularidades urbanísticas». Esta acusación choca de frente con lo que dicen los socialista,s que aseguran que el ya ex portavoz local del PP, Sebastián Sánchez, es quien «tiene una casa ilegal en el municipio».

El alcalde asidonense no ha querido entrar en esta disputa porque entiende que se trata de «unos problemas internos de un partido que no me incumben». No obstante, como se ha hecho referencia a unas supuestas «irregularidades» en su gestión, fuentes cercanas a él han asegurado que se plantea llevar ante la justicia a Sánchez por estas acusaciones, y al presidente provincial del PP, José Loaiza, por asegurar que podría haber un pacto entre Carrera y los ex ediles populares para, a cambio de abandonar el PP, legalizar la construcción que este concejal tiene.

Tanto Sánchez como el alcalde rechazan, rotundamente, que exista este acuerdo. De hecho, el ex concejal popular sigue asegurando que «el alcalde sólo persigue, urbanísticamente hablando, a quienes no son amigos o allegados a él». Además, ambos entienden que la Justicia les ha dado la razón en cuanto a la legalidad o no de la vivienda de Sánchez. El propietario asegura que «tengo una licencia que hace que mi casa sea legal», mientras que las citadas fuentes cercanas al alcalde, aseguran que «la Justicia dio la razón al Ayuntamiento confirmó que la vivienda es ilegal».

A pesar del silencio de Carrera, el secretario provincial de su partido, Francisco González Cabaña, aseguró ayer que el abandono de estos concejales se debe al «fracaso de la cacería política que orquestaron contra Carrera, cosa que no tenía ninguna base». Además, consideró que esta situación es una muestra de «la crisis interna que vive el PP a todos los niveles». Por ello, entiende que «utilizaron a un portavoz con una casa ilegal, con el único objetivo de debilitar la figura del alcalde ante las elecciones municipales».