Jerez

«No era el trabajo de mi vida, pero ahora a ver qué pasa»

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ún seguía dada de alta en Qualytel días después de ser despedida -como su pareja-, y como la empresa no le ha dado los papeles no ha podido arreglar el paro. Ahora teme que el primer pago de los 12 meses que calcula que le corresponden de prestación «se retrase, y a ver cómo pagamos la hipoteca». Era consciente de que su empleo «no era el trabajo de nuestras vidas, pero eran ocho horas dada de alta y haciendo algo que me gustaba, con horario flexible». Esta joven de 28 años «no esperaba este despido, así de sopetón, y sin tener nada en cuenta, ni la antigüedad». «He pasado los 15 peores días de mi vida», recalca.