«Las mujeres de mi edad no lo tenemos fácil para trabajar»

ace ya un mes que no cobra la prestación («413 euros con los que pagaba hipoteca y todo lo demás»), y a sus 51 años vive de lo que gana su pareja y se lamenta de que «a mi edad, la sociedad no da oportunidades a las mujeres y no es fácil ser independiente». Su último trabajo fue de limpiadora, pero a ella le gustan la carpintería, restaurar muebles y la pintura. «Pero cuando he llevado un currículum para eso, siempre le han dado el trabajo a un hombre». Llegó a marcharse a Tenerife en busca de una oportunidad, pero no fue bien y regresó con menos dinero. El futuro lo ve «muy negro».