TEMPLO. Imagen de San Miguel cuando estaban acometiéndose las obras. / LA VOZ
Jerez

San Miguel para cinco siglos

En la emblemática parroquia jerezana ya no existen goteras en sus naves y el templo está, por lo tanto, asegurado por mucho tiempo

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San Miguel está asegurado al menos para unos quinientos años más. Al menos, éso es lo que comenta en su despacho su párroco don Ángel Romero Castellano. Después de la tormenta viene la calma. En este caso la alegría de saber que el templo y su estructura está debidamente fijada. Para la joya del barrio que lleva el mismo nombre, llegó la hora de la tranquilidad. Hablamos con don Ángel del final de la obra. «Afortunadamente se pudo llevar a cabo toda la intervención de los techos. Con lo cual estamos muy tranquilos. Y también es importante decir que se ha pagado entera la obra y, por tanto, está finiquitada».

Dicha intervención vino como consecuencia de la caída de una piedra en junio de 2003. Aquello no revistió gravedad alguna, pero a finales de enero del año siguiente cayó otra piedra del techo. Esta sí pertenecía a la nervadura estructural de la bóveda. Fue cuando se aconsejó, por parte de Urbanismo, el cierre al culto del templo. «La parroquia tuvo que hacer un gran esfuerzo para poder afrontar la obra, aunque recibimos la ayuda de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía que nos ha pagado el cincuenta por ciento del total de la intervención», explica don Ángel.

El caso es que con gran esfuerzo por parte de la feligresía y del párroco, la obra se pudo llevar a cabo y se ha remató el pasado mes de agosto. «Debo de agradecer la ayuda que hemos recibido de muchas personas y también de empresas y entidades que nos han echado una mano muy importante», asegura el párroco.

El caso es que ahora, San Miguel, ha vuelto a la tranquilidad. De hecho, Ángel afirma que «en todo lo que llevamos de invierno y con toda el agua que ha caído, en la iglesia ahora no hay ni una gotera. Así que podemos decir que tenemos parroquia para rato».

De buen nacido es ser agradecido. Y don Ángel junto con toda su feligresía lo son. Cuando vino el problema, hubo gran información en la ciudad en torno al asunto. Ahora, también informamos que tras la tormenta vino la calma y la seguridad de que tenemos San Miguel para, al menos, cinco siglos.