Sainete político
El diccionario de la Academia de la Lengua emplea diversas acepciones para definir el concepto de sainete: pieza dramática jocosa de carácter popular, obra teatral frecuentemente cómica, salsa que se pone en ciertos manjares para hacerlos más apetitosos, acontecimiento grotesco o ridículo y a veces trágico-cómico, etc. Todas esas acepciones son válidas para enjuiciar la situación política local que se arrastra desde hace algún tiempo. Claro está que la observación se concibe desde un punto de vista exclusivamente humorístico y no desde otra perspectiva porque de lo contrario podemos correr el riego de caer en una profunda depresión. Y no se trata de eso, ya tenemos bastante con sufrir las graves consecuencias de la crisis económica que nos atenaza.
Actualizado: GuardarLa larga polémica surgida en torno a la Aduana no se agota ni desemboca en una situación de aburrimiento sino de sainete, de sainete cómico de alto nivel. Las tres mil firmas conseguidas por el Foro para su defensa han trastocado el papel que en principio parecen interpretar el PP y el PSOE. Ahora es el Partido Popular quien se presenta como una formación progresista partidaria de la demolición del edificio que obstaculiza el desarrollo de un plan de futuro mientras que el partido socialista, que gobierna en la Junta, se nos muestra como un partido conservador por obra y gracia de un informe que se emitió hace un año y se da a conocer. Alguien de la Delegación de Cultura se ha tomado muy en serio aquello de que las cosas de palacio van despacio.
El Cádiz CF, el Ayuntamiento, la Zona Franca y la Junta son los protagonistas principales de un segundo sainete que tiene como argumento la lucha despiadada por los videomarcadores del estadio Carranza. El resultado es conocido: los videomarcadores yacen abandonados en los alrededores del estadio.
Otro sainete de contenido un tanto infantil, como el anterior, se resume en las enormes vallas publicitarias que reflejan los miedos y obsesiones del gobierno municipal en relación con la paternidad del segundo puente. No tiene desperdicio.
Un último sainete: la reacción desproporcionada del aparato socialista contra unos blogueros disidentes que se han encontrado con una promoción inesperada totalmente gratuita. Si vivieran los hermanos Álvarez Quintero, maestros de este género literario, estarían disfrutando de lo lindo.
