TELEVISIÓN Y RADIO

«En televisión faltan ideas»

Cual un Phileas Fogg moderno se embarca con Antena 3 en la primera vuelta al mundo televisada en directo

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En los diez últimos años, Óscar Martínez no ha viajado mucho porque el plató le ha ocupado casi todo su tiempo. Paradójicamente, vuelve a Antena 3 para presentar un programa que no puede ser más viajero, La vuelta al mundo, un concurso-reality en el que se estrena como productor. Deja atrás cuatro años de estabilidad al lado de Ana Rosa Quinta en Telecinco y ha firmado un contrato con la cadena de Planeta que va más allá del programa que se estrena este próximo domingo en horario estelar.

-¿Qué le ha impulsado a cambiar de cadena?

-El hecho de que el formato está creado por la productora en la que yo estoy y que Antena 3 confíe ciegamente en mí para presentar este proyecto. Además, llevaba 4 años con Ana Rosa haciendo prácticamente lo mismo y quería hacer otras cosas, aunque estaba muy a gusto.

-Además, se introduce en el mundo de la producción también en un momento difícil

-Pero en época de crisis también hay que saberse buscar las oportunidades. La televisión está llegando a unos derroteros que los canales hacen la tele que pueden. Las productoras tenemos que presentarles formatos con ideas originales, novedosas, pero con costes muy razonables. Hay que amoldarse a los tiempos y hacer programas muy baratitos e ingeniosos. La parte buena es que tenemos más canales, además de Internet, y que la gente consume cada vez más televisión, precisamente porque con la crisis se refugian más en casa.

-Hubo en momento en que los presentadores tenían casi como una opción los programas rosa. Ahora se ha superado ese ciclo.

-En la televisión todo es cíclico. Afortunadamente, el corazón amarillo y destructivo ya no se lleva y ojalá no se lleve nunca más. Lo cierto es que aquí también había cierta hipocresía al criticarlos porque luego la gente los veía. Espero que el consumidor de televisión y todos hayamos madurado y esos programas no se vuelvan a repetir porque daban vergüenza ajena.

«Acabas envenenado»

-¿Tiene tendencia a la aventura?

-Estar en la televisión es una aventura diaria, todos los días dependiendo de una audiencia. Es de las profesiones más arriesgadas porque cada día pasas un examen y te dan una nota. Es difícil llegar y complicado mantenerse. Hay que tener la cabeza muy fría.

-El éxito también puede nublar. Un día dijo que en la televisión hay cierto narcisismo, que es un mundo de vanidades.

-Sí. Me apasiona mi trabajo, pero cuando se apaga el piloto rojo, me desenamoro. Es una profesión complicada y trato de verlo todo con cierta distancia porque si no acabas envenenado. Un mundo donde hay mucha hipocresía, rencores, gente que casi espera que te vaya mal... Hay personas que se matan por salir y pisar a un compañero. De la misma manera, también encuentras gente maravillosa. Pero debes andar con precaución.

-Hay quien puede decir que La vuelta al mundo se parece a Pekín Express

-Porque no lo han visto. Desde el domingo se comprobará que es un programa que no se ha hecho nunca. El único parecido es que hay parejas que viajan, pero la mecánica nada tiene que ver. Es el primer reality en la historia de la televisión en el que se va a dar la vuelta al mundo, además en directo. Pero es un halago que me comparen porque Pekín Express es un programón.