El presidente de Extremadura Fernández Vara y Elena Espinosa.
ESPAÑA

Las comunidades socialistas rechazan que la financiación prime a las regiones ricas

El acuerdo podría aplazarse hasta que se celebren las elecciones gallegas

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El tramo final en las negociaciones de la financiación autonómica no va a ser un camino de rosas para el Gobierno. Varios gobernantes socialistas han alertado de que no aceptarán cualquier acuerdo. El último fue el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que ayer advirtió de que si el «esfuerzo fiscal de los territorios» se introduce como un elemento diferenciador dentro del sistema habrá «problemas». «Porque yo -avisó- no lo voy a aceptar».

El esfuerzo fiscal de los territorios forma ya parte del esquema de financiación planteado por el departamento que dirige Pedro Solbes, aunque ni mucho menos lo rige. En el documento de principios básicos sobre el que se lleva negociando desde que el pasado 30 de diciembre se plantea la creación de un fondo de convergencia que a su vez se dividirá en dos: uno para evitar que las comunidades más pobres se queden atrás y otro, el llamado fondo de competitividad, que servirá de incentivo para quienes realizan, justamente, un mayor «esfuerzo fiscal», es decir, para las autonomías más ricas.

Lo que está por determinar es cómo se dotará ese fondo, una de las cuestiones sobre las que negocia con más interés la Generalitat de Cataluña, que pretende acabar con lo que, a su juicio, es una de las mayores perversiones del modelo: que las comunidades que ocupan los primeros puestos del ránking en renta per cápita antes de aplicar los mecanismos de nivelación acaben en la parte baja de la tabla una vez ejercida la solidaridad. Extremadura aspira, por su parte, a seguir estando en el grupo de cabeza de los territorios que obtienen mayor financiación en términos relativos.

En Hacienda restan importancia a las objeciones. «No existe ninguna discusión sobre los principios generales del sistema, estamos ya en la fase de concreción numérica y en conversaciones puramente técnicas», insisten fuentes oficiales. Pero los plazos que se habían fijado, tanto desde La Moncloa como desde el Ministerio, para poner cifras sobre la mesa y convocar el Consejo de Política Fiscal caducan y, a medida que se dejan atrás, aumenta el ruido político. No sólo Fernández Vara ha expresado reparos. Este fin de semana, el presidente asturiano, Vicente Álvarez Areces, también subrayó que de momento no está «en condiciones» de aceptar las propuestas gubernamentales. Dirigentes socialistas auguran ya en privado que hasta que pasen las elecciones gallegas no será posible cerrar un acuerdo porque al Gobierno no le interesa que las comparaciones entre unas comunidades y otras empañen la campaña.