ENCUENTRO. Rodríguez Zapatero y Pedro Solbes, durante la reunión con los presidentes del Banco Santander, BBVA, Banco Popular, La Caixa, Caja Madrid y Bancaja. / EFE
Economia

Zapatero pide más esfuerzo a la banca

El Ejecutivo, dispuesto a flexibilizar y a mejorar las líneas de ayuda del ICO para pymes y parados

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reclamó ayer a los presidentes de los principales bancos y cajas españoles «un esfuerzo adicional» en la concesión de créditos a las empresas y las familias.

El jefe del Ejecutivo, por su parte, mostró su disposición a reforzar, flexibilizar y ampliar las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) existentes con el fin de mejorar el apoyo a las pymes y la moratoria del pago de las hipotecas para los parados.

En un nuevo encuentro con la banca en el palacio de La Moncloa -en esta ocasión marcado por una escenografía muchos menos informal que en las anteriores- Rodríguez Zapatero reclamó a Ángel Ron (presidente del Banco Popular), a Francisco González (BBVA), a Emilio Botín (Santander), a Isidro Fainé (La Caixa), a Miguel Blesa (Caja Madrid) y a Luis Olivas (Bancaja) «un esfuerzo colectivo frente a la crisis». En la cita en la que participó también el vicepresidente económico, Pedro Solbes, Gobierno y banca constataron la efectividad de las medidas ya adoptadas para garantizar los depósitos de los ciudadanos y la liquidez del sistema financiero, así como la solidez de las entidades españolas frente a muchos de sus competidores internacionales.

Menos demanda

Los banqueros -según fuentes conocedoras del encuentro- mostraron su total disposición a colaborar, pero recordaron al presidente del Gobierno que la demanda de créditos se ha hundido, y que deben velar también por los depósitos de sus clientes. Todos coincidieron en la necesidad de que el ICO redoble su apuesta e incremente la dotación de las líneas abiertas para garantizar la liquidez en el sistema financiero. Horas antes del encuentro, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, se encargó de calentar el ambiente al realizar una férrea defensa de las entidades. Martín aseguró que «el sector bancario, junto a unas cuentas públicas saneadas, han servido para amortiguar la desaceleración de la economía española en 2007 y 2008». Martín llegó a afirmar que «es la economía real la que pone en riesgo a la banca».

Entre esos peligros, destacó el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, la pérdida de competitividad y la elevada necesidad de financiación exterior que sufre España y que, dijo, «es simplemente el reflejo del alto nivel de endeudamiento de las familias y las empresas». A su juicio, si la situación «no se hunde más» es gracias al soporte bancario. «Es España la que está sobreendeudada y es España la que tiene que corregir ese desequilibrio», sentenció. Martín recordó la solvencia del sistema financiero nacional y su distancia respecto al de otros países en los que, de una manera u otra, el Estado se ha visto obligado a rescatar entidades. Una ventaja que se debe, explicó, a «una regulación sólida, un fuerte modelo de negocio y una gestión prudente y conservadora». El presidente de la AEB se mostró muy crítico con las recapitalizaciones en Europa, operaciones que calificó de «arbitrarias y confusas».

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, que participó en un foro económico organizado por ABC, se refirió también a una de las posibilidades de apoyo a la banca más llamativas de entre las planteadas recientemente: los denominados bancos malos, encargados de aglutinar activos tóxicos del sistema. Almunia recordó que los bad bank, que hoy se plantean Reino Unido, Alemania y Holanda, han funcionado «con éxito» en el pasado y aseguró que los jefes de Gobierno de la Unión Europea y el G-20 van a debatir el asunto en sus próximas reuniones. Un debate que, reconoció, es «difícil» y que no se enfocará de igual manera en todos los países.