Opinion

La audacia de la esperanza

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Ese fue su primer éxito. Antes de empezar su meteórica carrera política, Obama escribió su libro, basándose en la esperanza del cambio necesario que necesita esta sociedad. Ya era senador, aunque poco conocido. El acto de su toma de posesión pasará a la historia no ya de su país, sino de toda la humanidad, por su mensaje claro, honesto y sencillo. Dice lo que quiere oír el pueblo, con la diferencia del que habla con el corazón, llega directo al corazón de los ciudadanos.

Los americanos tienen una historia breve pero intensa, llena de momentos negros por sus guerras encubiertas por grandes negocios, pero también tienen pasajes de su historia que nos da una lección a todos, por su unidad, por su patriotismo. Ya quisiéramos los españoles dar la lección de unidad y apoyo a su presidente que vimos el pasado martes. Después de lo vivido no me cabe duda que ese pueblo, el estadounidense, saldrá de su crisis. Políticos rivales, amigos y enemigos, los que salen y los que entra, todos unidos para salir de su crisis.

Obama dio en la diana cuando profetizó que la crisis económica y financiera que sufrimos no es más que una consecuencia de la falta de valores durante estas últimas décadas. Cultura del pelotazo, del fraude, donde se aplaude al que engaña y roba los dineros públicos, donde se permiten la existencia de paraísos fiscales, donde se rinde homenaje a vivir por encima de nuestras posibilidades a base de créditos personales y tarjetas de crédito. La ausencia de honestidad, honradez y sencillez en todos los espectros de nuestra sociedad es la causa de esta actual crisis.

El pueblo americano así lo ha entendido y así lo ha decidido, votando mayoritariamente a un presidente negro que habla de valores: honestidad, unidad, trabajo, esfuerzo, ecología, para conseguir un verdadero bienestar social.

La historia de España está inundada de fechas infames para nosotros mismos y las pocas de las que podemos presumir son anteriores a la creación de la propia España. Desde entonces sólo han existido desigualdades sociales entre las diferentes regiones del país, basados en los pactos desde su creación. No podemos presumir mucho de nuestros reyes y gobernantes, que se calentaban todas las noches la cama a base de servirse así mismos, a sus reinos o a sus costosos aparatos políticos, así antes como en la actualidad. Ojalá la historia de España estuviera llena de momentos como el que vivieron los americanos, sin duda pueden sentirse orgullosos como ciudadanos. Actos como la toma de posesión son una lección al mundo de que son un pueblo unido y una prueba de que saldrán de la crisis. El martes sentí una envidia sana por ver a un político como Obama, miro alrededor y sólo veo a políticos en España que nos engañan todos los días..

Ángel C. Gómez de la Torre.

Puerto Real