EL FORO

También tengo una pregunta

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ues sí, señor Presidente, también tengo una pregunta para usted: ¿Cuándo se marchará? Y no me diga que está usted obligado a cumplir con el compromiso asumido con los españoles. Porque ese compromiso valdría si usted fuese una persona capaz de liderar un país. Llevamos casi cinco años contemplando la eficacia de su talante y de su diálogo. La primera legislatura no le pasó factura porque enfrente se encontró a una oposición inútil enfrascada en luchas intestinas por el liderazgo. Confiemos, por el bien del país, que el PP se convierta algún día en una alternativa real y deje de ser una tropa que protagonice historias de espionaje y permanentes disputas entre dirigentes. Este último año, la crisis, esa que usted y los sabios de su ejecutivo negaron más que San Pedro, le han dejado en la más absoluta evidencia. En Julio pasado, su gurú económico Solbes, que bien haría en jubilarse, rechazaba la recesión. Sus presupuestos generales contemplaban un crecimiento del 1% del PIB y resulta que ya en los últimos sesis meses de 2008 este indicador ha caído un 1,1% así que tenemos un dislate de más de 2 puntos en este indicador. Eso significan muchos millones de euros. Pero bueno, usted es un presidente responsable y no tiene miedo de dar la cara ante los ciudadanos y responder de su gestión. Cree usted que su carisma y su verbo le congraciarán de nuevo con los ciudadanos. Y no, señor Presidente. Esta vez ya no engaña a nadie con su discurso porque su incapacidad para gobernar es manifiesta. Sus medidas anticrisis sólo han favorecido a la banca que, con alharacas, declara ante sus accionistas beneficios multimillonarios en 2008 ( 5 mil millones de euros el BBVA y casi 9 mil el Santander). No me cuente usted que va a instar a los banqueros a hacer su trabajo, que es prestar dinero, porque la banca lo que hace, gracias a usted, es curarse en salud: se niega taxativamente el crédito a empresas y particulares que podrían ser clientes delicados y cuando se conceden los préstamos se aplican intereses que recuerdan a la usura, tan antigua como la humanidad. A usted, señor Zapatero, también le debemos cortar el grifo de la confianza. Porque usted, como miles de ciudadanos, también se ha quedado sin crédito.