Opinion

Razones para salvar la Aduana

Como firmante de la solicitud en defensa de la Aduana de Cádiz y, en consecuencia, miembro de la Plataforma creada a tal fin, debo significarle que la inmensa mayoría de éstos pertenecen a diversas ideologías, todas ellas muy respetables. Nuestra argumentación ha sido siempre histórica-artística y, en definitiva estética, no política, aún más, sabiendo que la permanencia del edificio no afectaría en nada substancial a la mal llamada Plaza de Sevilla, que no es otra cosa, permítaseme la digresión, que una rotonda. En el proyecto de nueva plaza aparece en su lugar un simple y pequeño jardín, que no es fundamental para la plaza, pues ya, acertadamente, están proyectados contiguos a la Cuesta de las Calesas. Lo que ocurre es que cuando algo nos contraría, se argumenta que la política se ha entrometido en el asunto Pero los argumentos para salvar la Aduana son irrefutables, no sólo porque así lo atestiguan todos los académicos de Bellas Artes, miembros del Colegio de Arquitectos, sino por la Comisión de Expertos creada al efecto. Por encima de los partidos políticos, de las instituciones y de medios de comunicación, sean de la tendencia que sean, está el criterio personal - y colectivo - de quienes no están dispuestos a someterse a decisiones que les parecen inadecuadas y si un fundamento claro y evidente. Personalidades de la vida cultural gaditana han defendido con suficientes argumentos la permanencia de la Aduana. Aceptemos, sin «politiqueos», su superior criterio. Cese toda disputa política, pues mientras se discute si «los perros son podencos o no», vendrá el «lobo» y demorará indefinidamente las obras de la Plaza. Que por una vez todas las instituciones de esta capital implicadas en la obra, se unan en beneficio del bien común de todos los gaditanos.

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Vicente Mira Gutiérrez. Cádiz