El mesías
Todo el planeta miraba ayer a un mismo lugar. Washington se convirtió en el centro del mundo, atento a la proclamación del nuevo líder norteamericano. Creo que es la primera vez que un solo hombre ha creado tanta expectación e ilusión en la población estadounidense y mundial. Obama es ya un símbolo racial y ser el primer presidente negro de EEUU le otorga un carisma enorme entre los afroamericanos, en primer lugar, pero también para todas las minorías étnicas que forman parte de Norteamérica. El circo de la investidura, con bailes incluido -toda una americanada- no debe distraernos del fondo que vende Obama. Si ha tenido la oportunidad de leer el discurso de investidura íntegro comprobará que el mensaje transmitido es sencillamente perfecto. Perfecto para alentar a la ciudadanía mundial ante una coyuntura económica desastrosa que ya algunos comparan con la gran depresión del 29. Estados Unidos, con sus más de 300 millones de habitantes, sigue siendo la primera potencia mundial y su política seguirá teniendo un efecto planetario. Así que las decisiones de Obama en economía, en medioambiente, en seguridad, en ayudas al tercer mundo, tendrán repercusiones en el resto de los países.
Actualizado: GuardarY es que USA marca el ritmo del mundo. Afganistán, Irak y el conflicto árabe-israelí son tres serios problemas a los que el presidente ya se enfrenta. El señor Obama tiene sobre sus hombros una responsabilidad abrumadora y la enorme presión de todos los que ven en él a un Mesias, un iluminado que será capaz de superar todos los retos y salir airoso. ¿Tendrá miedo Barak Obama de defraudar a esa ingente cantidad de personas que ya le idolatran? Desde luego hay que estar hecho de una pasta especial para asumir tanta responsabilidad, para sentir que sobre ti recae el peso del mundo. Como decía en su discurso ya es hora de actuar, de pasar a la acción. Se ha ganado la confianza y el apoyo de muchos. Ahora tiene por delante cuatro años para demostrar la calidad y fiabilidad de su liderazgo mundial.
